Se prevé que la experiencia se realice una vez al año

Quieren que funcionarios y ediles recorran Rosario en silla de ruedas

La idea es que vivan por sí mismos los problemas que a diario enfrentan los discapacitados motores

¿Es Rosario una ciudad plenamente accesible para los discapacitados? La pregunta por sí misma dispara una persistente polémica en torno a las barreras arquitectónicas que las personas con dificultades motrices deben soportar a la hora de salir a la calle. Edificios sin rampas, bares y restaurantes sin baños especialmente adaptados, columnas y postes que impiden los desplazamientos en las esquinas, son sólo algunos de los problemas cotidianos con los que debe lidiar toda persona que tenga una discapacidad motora. En un intento por buscar que la experiencia se viva en carne propia y llame a la reflexión, en el Concejo se estudia una iniciativa que prevé que, un día al año, funcionarios y ediles se suban a una silla de ruedas y recorran la ciudad. El proyecto encendió una alarma en el municipio, que rápido de reflejos anunció la construcción de unas 200 rampas en diversas esquinas de cuatro distritos. El debate está abierto.

Desde la Asociación Mutual Familiares y Amigos del Discapacitado e Incapacitado (Amufadi), su titular, Mario Buss, sostuvo que "Rosario es la capital de la discriminación", y pasó a detallar una serie de barreras arquitectónicas que las personas con dificultades motrices encuentran en diversos puntos de la ciudad.

"Ejemplos hay a montones, pero se pueden enumerar el polideportivo de Deán Funes y Dorrego, que no cuenta con ingresos apropiados; la Dirección Provincial para Personas con Discapacidad, donde es imposible entrar y no tiene baño adaptado; el edificio de la ex Aduana, donde sólo se accede con silla de ruedas si se tiene auto y donde se mire hay barreras arquitectónicas", indicó Buss.

El directivo de Amufadi responsabilizó por estos inconvenientes a la Municipalidad, "que hace la vista gorda y no controla adecuadamente". Es más, con cierto sarcasmo remarcó que Rosario será sede nacional de unas jornadas de ciudades accesibles (ver recuadro), "y todavía el ente turístico no sabe responder en qué hotel con accesos adaptados se van a alojar muchos de los asistentes, que se desplazan en silla de ruedas".

La problemática también se instaló en el Concejo Municipal. Un proyecto presentado por el edil justicialista Oscar Larrauri propone declarar el 3 de diciembre como "Día de sillas". Y exige que durante esa jornada funcionarios del Ejecutivo y concejales se suban a sillas de ruedas y recorran cada uno de los distritos de la ciudad, debiendo encontrar al menos 10 barreras arquitectónicas que afecten el desplazamiento de los discapacitados. "Queremos que quienes deben manejar los destinos de Rosario puedan sentir al menos por un rato lo que cotidianamente padece un ciudadano con dificultades motrices", fundamentó Larrauri.

El proyecto toma la experiencia puesta en práctica en Londres (Inglaterra) donde arquitectos e ingenieros, encargados de planificar la ciudad, se suben a sillas de ruedas para evaluar cómo construir edificios con accesos para discapacitados.

"Sólo poniéndose en el lugar del otro se puede comprender acabadamente el problema que sufren a diario las personas con dificultades en su desplazamiento", apuntó el autor del proyecto.

Si la iniciativa prospera, el próximo 3 de diciembre será designado como el "Día de sillas" y ediles y funcionarios deberán vivir la experiencia.

Es más, Larrauri propone que participen los titulares de las secretarías de Salud Pública, Gobierno, Planeamiento, Obras Públicas y Servicios Públicos, a quienes acompañará al menos un edil por cada bloque del Concejo. Además, serán convocados los colegios de profesionales, arquitectos e ingenieros.

En tanto, en cada uno de los distritos descentralizados del municipio un discapacitado motor que así lo solicite, oficiará de guía y tendrá la responsabilidad de proponer el recorrido, junto a las ONGs y escuelas especiales de la zona, quienes acompañarán a la comitiva oficial.