Vuelta al ruedo. Balean y detienen a Miguel Miguelez, ex policía acusado de múltiples robos y un accidente fatal

Cruenta reaparición de un asaltante

Manejando un camión robado, en marzo de 2004 causó la muerte de un conductor en Roldán. Liberado a los ocho meses, en enero le atribuyeron otro atraco. El martes arrolló a una mujer huyendo de una patrulla. Pero cayó

Leo Graciarena / La Capital

Tras una persecución cinematográfica y luego de haber atropellado a una mujer de 65 años en su escape, el martes por la noche cayó tras ser herido el policía exonerado Miguel Angel Miguelez. Este ex agente de seguridad provincial está acusado de haber participado hace cuatro meses del robo de 30 mil pesos de un camión de una empresa de galletitas en Ituzaingó al 4200. El 1º de marzo de 2004, Miguelez había sido detenido tras provocar la muerte de un hombre de 39 años en un accidente a metros del ingreso de la localidad de Roldán cuando huía con un camión. Por este hecho y tras pasar ocho meses en la cárcel de Coronda fue dejado en libertad a fines de 2004. Una jueza debió concederle la libertad porque había pasado todo ese tiempo sin su situación procesal resuelta (ver aparte).

"Un viejo pirata del asfalto, entre otros rubros", así lo recuerdan a Miguelez los pesquisas más veteranos de la Unidad Regional II. Es un ex agente policial que fue exonerado de la fuerza en 1976. Desde ese momento Miguelez se cruzó de vereda y no dejó de enfrentarse con sus ex compañeros.

En 1999 le dieron seis años de prisión por los delitos de tenencia de arma de guerra, robo calificado y resistencia a la autoridad por el atraco al complejo deportivo Montecarlo de Tucumán al 3100 en abril de 1998. Esa vez se resistió a los tiros, hirió a uno de los vigilantes de la seccional 7ª y terminó con un balazo en una pierna. Lo excarcelaron en 2001 al haber cumplido dos tercios de esa pena.

Pero su nombre se instaló en los grandes titulares en marzo de 2004 cuando lo capturaron tras matar a un hombre de 39 años en la ruta 9 a metros del ingreso a Roldán. Miguelez huía en la madrugada del 1º de marzo en un Mercedes 1218 de la empresa Omar Depetris y otros que había sido robado horas antes. El camión, de una empresa de comisionistas de Corral de Bustos, había sido sustraído de un depósito de Necochea al 2400. A 300 metros de la intersección de la ruta 9 con la A-012, el camión se cruzó de carril y aplastó literalmente el costado del conductor de un Volkswagen Gol color verde que venía hacia Rosario.

Eso sentenció la suerte de una pareja oriunda de Laguna Paiva y radicada en Rosario que regresaba de sus vacaciones en las sierras cordobesas. Juan Carlos Cravero, de 39 años, quien conducía el Gol verde volanteó contra toda lógica para evitar que el camión impactara del lado del acompañante. Con la maniobra Cravero salvó a su esposa, Claudia Delfino, de 34. El hombre murió casi al instante. Tras embestir al Gol, el Mercedes 1218 mordió la banquina y terminó su carrera contra seis árboles. Así, herido por los golpes, el policía exonerado fue detenido.

Ocho meses más tarde, que los pasó en gran parte en la cárcel de Coronda, Miguelez salió en libertad. En diciembre último, una semana antes de que los tribunales entraran en feria, la jueza de Instrucción Nº5, María Luisa Pérez Vara lo dejó en libertad al vencerse los plazos procesales y aplicarle el artículo 208.

Sólo un mes más tarde y en jurisdicción de la seccional 13ª el nombre de Miguelez volvió a sonar. La tormentosa noche del 31 de enero un camión de Galletitas Tina fue robado cuando salía del galpón de Ituzaingó al 4200. Dos hombres se llevaron 30 mil pesos en efectivo. "Tengo súper chequeado que es Miguelez", dijo durante la pesquisa el comisario Néstor Arizmendi, quien estaba en aquella oportunidad en la 13ª. "Cometieron errores muy groseros, entre ellos dejar las huellas. Además el cómplice lo delató", explicó el comisario. Miguelez escapó, y según los investigadores, con él se llevó los 30 mil pesos que hasta el momento no se encontraron.


Cambio de suerte
Hoy está de nuevo entre rejas. El martes por la noche una patrulla de la Brigada de Investigaciones de la Unidad regional II realizaba una ronda de rutina por Casiano Casas al 2100 y observó a un Renault 18 rojo, dominio VOG509, que ingresaba en una gomería. Los efectivos, quienes estaban de civil en un auto particular, no dudaron sobre la identidad del conductor. Estaba un poco más viejo, pero era Miguelez. "Policía", le gritaron y se desató la persecución. Eran las 21.45.

Miguelez, según fuentes policiales, tomó su auto e impactó al vehículo de los vigilantes. Siguió por la vereda, rozó una columna y logró ganar el pavimento. Con sus antiguos compañeros a las espaldas, tomó por Casiano Casas al oeste. Al llegar a Cavia dobló hacia el arroyo Ludueña y a la altura del parque de Los Constituyentes logró perderse en la oscuridad.

Los efectivos de la URII se quedaron dando vueltas por la zona hasta que tomaron contacto nuevamente con el Renault 18 rojo. Miguelez condujo hacia la zona de la estación Sorrento del ferrocarril y allí, entre las vías y el campo, por la oscuridad no pudo ver una pila de rieles camuflada por el pasto. El auto rojo se estrelló y quedó destruído. Miguelez se bajó, según los pesquisas, empuñando una Bersa calibre 22 largo y comenzó a disparar. "El auto policial tiene dos impactos de bala", dijo una fuente. Uno de los vigilantes repelió la agresión e hirió al ex policía debajo de la rodilla izquierda.

El fugitivo se desplomó sobre los yuyos y fue reducido. Los agentes, que ya habían pedido apoyo al Comando Radioeléctrico, pidieron una ambulancia. "La más cercana está en un accidente de tránsito en la zona", le respondieron por radio. Ahí los efectivos que lo perseguían fueron informados que durante la carrera el vehículo que conducía Miguelez había atropellado a una persona. Y la ambulancia la estaba socorriendo.

Para los investigadores no queda clara en qué circunstancias, pero el Renault de Miguelez atropelló a Lidia Gutiérrez, de 65 años, quien circulaba por Chaco y Juan B. Justo. La mujer fue trasladada al Clemente Alvarez donde quedó internada en estado reservado con politraumatismos varios y un fuerte golpe en la cabeza. En tanto el policía exonerado fue auxiliado en un móvil del Comando y fue internado también en el Heca. Según fuentes de la pesquisa, tenía una fractura en la tibia fruto del impacto de la bala policial calibre 9 milímetros.

El camión que conducía el ex policía provocó un accidente en 2004.