Año CXXXVIII Nº 48745
La Ciudad
Política
Economía
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Escenario
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 08/05
Mujer 08/05
Economía 08/05
Señales 08/05
Educación 07/05
Salud 04/05
Autos 04/05

contacto

servicios
Institucional

 jueves, 12 de mayo de 2005  
Sub 20. Argentina empató 1 a 1 con Chile en un amistoso en Rosario
Fiesta blanquiceleste en el Coloso: el sub 20 empató con Chile
La mayoría de la gente apoyó, otros jugaron un clásico

Rosario se merecía una fiesta así. Como cada vez que se la pone a prueba, la ciudad, o mejor dicho su gente, responde. El entrenador de la selección Sub 20, Francisco Ferraro, lo resumió a la perfección en la conferencia de prensa. "Es una alegría enorme ver a la familia en un estadio", dijo. Y no se equivocó. Los padres llegando al Coloso de la mano de sus hijos fue una postal digna de admirar. De esas que no abundan en nuestro castigado fútbol argentino. Claro que había motivos para responder así, ya que la última vez que un seleccionado argentino se presentó en Rosario fue en junio de 1995, cuando el equipo mayor dirigido por Daniel Passarella jugó un amistoso ante Paraguay. Realmente para aplaudir. Pero esa fue la de cal. Es que ni este equipo, ni el espectáculo, ni nada merecía que se hiciera de la fiesta una especie de clásico rosarino, con silbidos y cánticos hirientes hacia algunos jugadores como Pablo Vitti. Sin dudas, esa fue la de arena.

Se esperaba una respuesta masiva. Y los que así la imaginaron no se equivocaron ni un cachito. Casi 30.000 personas se dieron el gusto de ser partícipes directos de un espectáculo de corte internacional. En un país donde el interior es víctima de la indiferencia de manera constante, bien vale la pena aprovechar la ocasión para demostrar que de la General Paz hacia afuera también hay vida.

La gente aprovechó esta ocasión. Lo hizo con ganas. A tal punto que la platea techada tuvo que ser habilitada casi de última debido a la gran demanda. Por eso el Coloso lució festivo.

Es cierto que, para la pasión que emana minuto a minuto del futbolero argentino, el fervor no fue el de cada domingo en cualquier cancha. Pero es entendible por algo para nada menor: la gran cantidad de chicos presentes.

Es más, cuánto más sano hubiese resultado que muchos hicieran silencio en lugar de transformar un partido internacional en una guerra de leprosos contra canallas. No hubiera estado mal retribuir con aplausos algunas sutilezas de Vitti, en lugar de reprocharle el color de la camiseta que defiende domingo tras domingo.

Es cierto que los hinchas de Newell's fueron los principales protagonistas, ya que no hubo ningún grupo canalla claramente identificado, pero si bien no es correcto hablar sobre supuestos, es difícil imaginar que no hubiesen contestado de la misma forma.

No fue casualidad que el característico "vamos vamos Argentina...", sonara sólo dos veces en toda noche: después del gol de Diego Valeri, en una muestra de alegría, y tras la conquista de Ricardo Parada, a manera de aliento.

Antes de eso sólo hubo tiempo para que aquellos hinchas identificados con el rojo y el negro descargaran su artillería sonora contra sus primos de Arroyito. El que más lo sufrió fue el propio Vitti, quien recibió aplausos y silbidos no sólo cuando fue reemplazado sino también en algunas ocasiones en las que entró en contacto con la pelota.

Fue bueno que la gente copara el Coloso, que no dejara pasar por alto la ocasión. Pero fue criticable la otra cara: la de la rivalidad sin sentido, la de la rivalidad por la rivalidad misma. Postales de un Coloso que tuvo todo. Algunas cosas para aplaudir, otras para aprender.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Ignacio Scocco engancha ante la marca de Mauricio Islas.

Notas Relacionadas
Argentina exhibió poco en un tibio empate ante Chile

Opinión: "Un claro mensaje de la gente"

Ferraro: "Es una alegría enorme ver en un estadio a la familia"


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados