Año CXXXVIII Nº 48745
La Ciudad
Política
Economía
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Escenario
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 08/05
Mujer 08/05
Economía 08/05
Señales 08/05
Educación 07/05
Salud 04/05
Autos 04/05

contacto

servicios
Institucional

 jueves, 12 de mayo de 2005  
Un español simuló ser víctima del Holocausto durante 30 años
Era un reconocido activista contra el horror nazi. Ahora admite que nunca estuvo en un campo de concentración

Madrid. - La opinión pública en España y los supervivientes del Holocausto recibieron ayer la noticia entre la indignación y el estupor: La más conocida víctima española de la barbarie nazi, Enric Marco, es en realidad un impostor que durante décadas mintió sobre su pasado y jamás estuvo en un campo de concentración.

Marco, que hoy tiene 84 años, aseguró en cientos de entrevistas, conferencias, charlas en colegios y hasta en su autobiografía "Memoria del infierno", publicada en 1978, que en su condición de republicano deportado y combatiente de la Resistencia francesa había vivido el horror nazi en los campos de concentración de Flossenbuerg (en el sur de Alemania) y Mauthausen (Austria), y que fue liberado por los aliados al final de la Segunda Guerra Mundial en 1945. Incluso repetía una y otra vez su número de deportado: 6.448.

En un "mea culpa" que puede dar alas a aquellos sectores "ultras" o neonazis que niegan el Holocausto, Marco admitió ahora en un escueto comunicado que "deformó la realidad" y se inventó su historia, ya que la verdad es que salió hacia Alemania en 1941 "en una expedición de trabajadores españoles" y regresó dos años después.

La mentira salió a la luz por la investigación realizada por el historiador Benito Bermejo, quien cuestionó la trayectoria de Marco tras comprobar que su nombre no aparecía en los archivos de Flossenbuerg. "La primera alarma surgió al escuchar lo que decía este señor. Normalmente los deportados tienen un pudor bastante grande de recrearse en los aspectos más dolorosos", contó Bermejo.

El engaño es también particularmente grave porque Marco era hasta ahora presidente de la asociación Amical de Mauthausen, adonde acudió el pasado 8 de mayo para participar en los actos conmemorativos por el 60º aniversario de la liberación de ese siniestro campo de concentración.

Pero Marco finalmente no asistió. Oficialmente se dijo que estaba enfermo, pero la verdadera razón es que la mentira había sido descubierta y que había sido destituido de forma fulminante.

El ya ex presidente de la Asociación dijo ayer que la mentira surgió en 1978. "La mantuve porque me parecía que me prestaban más atención y podía difundir mejor el sufrimiento de las muchas personas que pasaron por los campos de concentración", afirmó.

"No mentí por maldad", se defendió Marco, condecorado en 2001 con la cruz de Sant Jordi por el gobierno catalán. "Estoy atravesando los peores momentos de mi vida", aseguró.

En sus palabras, lo que sí pasó es que en 1942 fue detenido por las autoridades nazis, sometido a "crueles interrogatorios" y encarcelado brevemente. Pero nada que ver con los horrores supuestamente vividos y que no se cansó de relatar, como en el acto en memoria de las víctimas del Holocausto que tuvo lugar en el Congreso de los Diputados el pasado 27 de enero.

"Cuando llegábamos a los campos de concentración en esos trenes infectos, para ganado, nos desnudaban, nos mordían sus perros, nos deslumbraban sus focos", aseguró en esa ocasión, causando conmoción en la Cámara.

"Nos ha engañado y causado un gran dolor", manifestó la presidenta en funciones de la asociación Amical de Mauthausen, Rosa Torán, quien agregó que Marco puede explicar su mentira "pero no justificarla". De todas formas, Torán no juzgó su comportamiento, y señaló que "lo que Marco hizo por la asociación no lo hizo nadie".

Neus Catalá, de 89 años y única superviviente española del campo de Ravensbrueck, reaccionó con ira y calificó a Marco de "traidor" y "sinvergüenza". "Los que sufrimos el horror nazi no aceptaremos que ahora este señor ensucie nuestra memoria. Más de 7.000 españoles estuvieron en los campos de concentración, la mayoría de ellos dejando su vida", dijo indignada.

"Yo ya sabía que Marco no era un deportado, se notaba que no había estado en los lugares que decía, no conocía Flossenbuerg, sus descripciones obviamente no coincidían con la realidad", añadió.

El tesorero de la Asociación, Jesús Ruiz, expresó lo que muchos temen: "La deportación está muy por encima del engaño de una persona, pero es evidente que el daño que puede hacer es enorme. Esto es carnaza para los negacionistas".
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Enric Marco decidió confesar su mentira.

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados