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 jueves, 12 de mayo de 2005  
Falsa alarma. Una pequeña avioneta Cessna violó por error la zona de exclusión aérea sobre Washington
Evacuaron brevemente la Casa Blanca y el Capitolio por temor a un atentado
El incidente generó pánico e interrogantes sobre la eficacia de la defensa antiterrorista. Bush no corrió riesgo

Washington. - La Casa Blanca y el Capitolio fueron evacuados ayer tras una alarma terrorista de máximo nivel, luego de que un avión Cessna con dos ocupantes ingresara en espacio aéreo restringido de Washington y llegara hasta unos cinco kilómetros de la mansión presidencial estadounidense. Las imágenes de cientos de colaboradores en masiva fuga despertaron los recuerdos de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 y generó nuevos interrogantes sobre los sistemas de defensa antiterrorista. Los dos hombres a bordo de la aeronave fueron arrestados.

El presidente George W. Bush, quien había retornado la noche del martes de su gira europea, no se encontraba en la Casa Blanca a la hora del incidente, sino que realizaba un recorrido en bicicleta. En tanto, el vicepresidente Dick Cheney abandonó el edificio gubernamental en un convoy de vehículos. Laura Bush y la visitante ex primera dama Nancy Reagan también estaban allí y fueron puestas a resguardo en un lugar no revelado.

La alarma la provocó un avión monomotor Cessna que violó la zona de exclusión aérea sobre Washington, y que se aproximó desde el norte hasta unos cinco kilómetros de la Casa Blanca.

La Casa Blanca fue alertada poco antes del mediodía, cuando el avión se encontraba a 24 kilómetros, precisó McClellan. Al acercarse la aeronave, se incrementó el nivel de alarma y despegaron cazas F-16. También fue desplegado un helicóptero Blackhawk. El piloto no respondió a los reiterados llamados de control aéreo, dijo McClellan. El Cessna fue rodeado, y los cazas dispararon bengalas como advertencia. Finalmente obligaron a la aeronave a aterrizar en Frederick, al norte de Washington.

El piloto, con pantalones cortos, fue llevado del lugar con las manos esposadas para ser interrogado. Un segundo hombre a bordo era un alumno de vuelo, según fuentes policiales. La aeronave pertenece al aeroclub Vintage en Smoketown, Pennsylvania. Un miembro del club dijo que el Cessna estaba en camino a un espectáculo de aviación en Carolina del Norte. Nunca se llegó al punto de plantearse la orden de disparar para derribar el avión. Tras 15 minutos, la alarma fue levantada.


"Esto no es una broma"
"Esto no es broma", dijeron fuerzas de seguridad a los periodistas reunidos en la Casa Blanca para el habitual reporte a la prensa. "Corran, esto no es un chiste, abandonen las instalaciones", afirmó otro colaborador del servicio secreto. La evacuación provocó la interrupción de una sesión del Senado. "Corran, afuera todos ustedes", gritaron funcionarios de seguridad en el Capitolio. Todas las personas presentes fueron instadas a salir del recinto en un lapso de dos minutos.

El servicio secreto siguió los protocolos de seguridad durante las evacuaciones, y McClellan reconoció a los agentes por proceder de la forma esperada en caso de identificarse una potencial amenaza.

Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EEUU, el espacio aéreo sobre Washington está muy restringido. Solamente aviones gubernamentales y aeronaves que se anuncian especialmente pueden sobrevolar esta zona. En caso de un posible atentado terrorista, la fuerza aérea tiene la orden de disparar contra el avión invasor.

Sin embargo, desde entonces las alarmas falsas no han sido la excepción. Durante las ceremonias fúnebres del ex presidente Ronald Reagan en junio del año pasado, un avión con el gobernador del Estado de Kentucky a bordo sobrevoló por error la zona prohibida y desató una alarma en el centro de Washington.

La última falsa alarma había tenido lugar hace casi tres semanas. El 27 de abril el presidente estadounidense George W. Bush se refugió por pocos minutos en un búnker subterráneo en la Casa Blanca.
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Personal del Congreso estadounidense desaloja el edificio.

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