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 sábado, 30 de abril de 2005  
candi
Charlas en el Café del Bajo
—Al ensayista y moralista francés Jean de La Bruyere le preguntaron una vez quién era aquella persona que poseía un alma grande y tras reflexionar apenas unos segundos respondió: “Un alma grande es aquella que está por encima de la injuria, de la injusticia y del dolor”. Y apelo al último tramo de esta frase, al dolor, para referirnos hoy a una carta suscripta por un juez de Rosario quien evoca a otro magistrado fallecido con palabras emotivas. Lástima que, seguramente por ese dolor frente al misterio de la muerte, incluye en la misiva un párrafo que el sentido común y un estricto sentido de justicia dice que debió ser evitado. Nos abstenemos de calificar el párrafo por respeto a su señoría.

  —Párrafo extemporáneo y que de no ser porque el magistrado es una persona honrada y sincera, se diría que fue exclamado sólo para mitigar un probable sentido de culpa por no haber hecho durante la presencia lo que se exclama en la ausencia. El juez en cuestión en la carta de marras, que se ha hecho pública en tribunales, embiste contra medios de prensa rosarinos y abogados y a algunos de estos últimos lisa y llanamente los califica de traidores. El magistrado dice que su colega evocado había confiado a los letrados de una causa cuál sería la suerte de la resolución y que éstos lo traicionaron pergeñando estrategias para recusarlo. En primer lugar es difícil creer que un juez confíe a los abogados qué cosa hará con una causa, porque en tal caso ya se pone en tela de juicio la actitud de los jueces y es dable pensar que entonces no estamos ante un Poder Judicial serio, sino ante una corporación en la que los amigotes se confían secretos procesales. El juez al que homenajea el magistrado en cuestión era, para nosotros, un buen juez y no puede creerse que fuera partidario de ninguna actitud corporativa. No es cuestión de subestimar la percepción de abogados ilustres con años de oficio.

  —El juez autor de la misiva habla de “maniobras” para recusar a jueces. No estamos de acuerdo con este sustento, porque sería lo mismo que hablar de maniobras de jueces para sacarse causas de encima, tan complejas que nadie quiere tenerlas. A lo largo de años hemos escuchado de abogados decir que los jueces, cuando se trata de causas complicadas o políticas, hacen lo imposible para pasarlas como pelotas a otro juzgado o cajonearlas. El periodismo serio jamás se ha hecho eco de estos disparates y jamás vio, y por tanto no ocultó, maniobras de ningún tipo en los tribunales rosarinos que no se ajustaran a la estricta verdad: las causas recaen en los juzgados penales de acuerdo con las fechas de los sucesos y los jueces hacen lo que pueden en medio de juzgados abarrotados de expedientes. Hablar de maniobras en la recusación de un juez es injusto y equivocado. La recusación nada tiene que ver con la duda sobre la honorabilidad de los magistrados, pero tiene, sí, mucho compromiso con la claridad y la transparencia que se merece el acto de justicia. El pedido de investigación de una circunstancia determinada, por otra parte, tampoco está emparentada, necesariamente, con la duda sobre la honorabilidad de un magistrado, sino para despejar sospechas sobre actitudes de terceros que en nombre de los jueces y sin que éstos lo sepan, como ha ocurrido más de un a vez, incurren en irregularidades o delitos.

  —Hablar de injusticia en una recusación es tan equivocado como hablar de injusticia cuando algunos jueces, por ejemplo, no atienden con la diligencia que debieran algunas causas políticas y no llaman a los estrados judiciales para ser indagados a los funcionarios. Todos sabemos que la mayoría de esas causas ciertamente no son más que chicanas políticas, denuncias de políticos contra políticos que en la mayoría de los casos usan a la Justicia para las campañas. En fin, el párrafo contiene otros aspectos que nos hacen reflexionar y el análisis de tales aspectos pondría en duda muchas cosas, pero en salvaguarda de la Justicia en la que creemos y porque sabemos que el magistrado desde el dolor ha dicho lo que dijo preferimos terminar aquí la cuestión y decir desde esta columna: que el dolor, razonable, no empañe una relación basada en la verdad. Los medios de prensa rosarinos no han bastardeado el trabajo de los jueces y muy lejos de ello en reiteradas oportunidades defendieron sus reclamos y sostuvieron que la provincia de Santa Fe puede mostrar con orgullo una Justicia eficiente, a pesar de todas las faltantes. Los medios de prensa rosarinos han mantenido siempre una cordial relación con el Poder Judicial basada en la información seria e imparcial y despojada de intereses que a veces tanto daño causan a las instituciones. Y seguiremos en ese norte, ojalá que esto se comprenda.

Candi II

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