Várices: Piernas cansadas

Un tercio de la población argentina sufre de insuficiencia venosa y várices. De acuerdo a los registros del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires es mayor el número de mujeres que presenta esta patología siendo el grupo que realiza consultas médicas con más frecuencia, habitualmente por cuestiones estéticas (se estima que entre 1 y 3 por ciento de la población sufre problemas venosos en algún momento de la vida).

"Suele existir una predisposición genética para padecer várices que se trasmite o hereda, existiendo también factores que predisponen al cuerpo como el embarazo, el sobrepeso o una dieta inadecuada", comenta el doctor Alejandro Fabiani, cirujano del ICBA.

Las recomendaciones del especialista son tratar el sobrepeso, no pasar largos períodos de pie o sentados, ingerir una dieta rica en fibras y beber abundante agua. La toma de anticonceptivos orales y el uso de indumentaria ajustada tienen en algunos pacientes relación con los episodios de trombosis favoreciendo además el desarrollo de várices secundarias.

En el caso de las mujeres en período de gestación, las várices pueden originarse por tres factores: el genético, el mecánico que se acrecienta sobre todo en el tercer trimestre del embarazo por el crecimiento del útero que comprime las venas de la pelvis, y por último el factor hormonal porque la embarazada tiene el doble de la progesterona circulante que una mujer menstruante debido a la presencia de la placenta (la progesterona actúa disminuyendo el tono normal de las venas volviéndolas más fláccidas).

"A las mujeres en período de gestación siempre se les recomienda realizar caminatas periódicamente, elevar las piernas al descansar, controlar su peso y adquirir el uso de medias de descanso", comenta Fabiani. Pero asegura que la mayor parte de las várices que se desarrollan durante el embarazo desaparecen o disminuyen su tamaño a los 6 meses del parto.