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 miércoles, 26 de enero de 2005  
Efemérides
Un 26 de enero...

Guillermo Zinni / La Capital

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De 1914: Muere José Gabriel Brochero, "el cura gaucho"
José Gabriel del Rosario Brochero nació en los aledaños de Santa Rosa de Río Primero, Córdoba, el 16 de marzo de 1840, y era el cuarto de diez hermanos que vivían de las tareas rurales de su padre. Dos de sus hermanas fueron religiosas, y él mismo ingresó al Colegio Seminario Nuestra Señora de Loreto a los 16 años, donde fue ordenado sacerdote el 4 de noviembre de 1866. Tres años después fue asignado al Curato de San Alberto, de 4.336 kilómetros cuadrados y con poco más de 10.000 habitantes que vivían en lugares distantes sin caminos y sin escuelas. Brochero dedicó desde entonces su vida a llevar alivio espiritual y ecucación a esas personas, a las que también fue llevando a Córdoba para realizar "ejercicios espirituales". Recorrían para ello 200 kilómetros, lo que requería tres días a lomo de mula en caravanas que superaban las quinientas personas y las que muchas veces debieron enfrentar fuertes tormentas de nieve. Con la ayuda de sus feligreses en 1875 construyó la Casa de Ejercicios de la entonces Villa del Transito (localidad que hoy lleva su nombre) y más de 200 kilómetros de caminos y varias iglesias. Su prédica evangélica se extendió también por San Luis y La Rioja, donde también fundó pueblos y se preocupó por la educación de todos. Solicitó ante las autoridades y obtuvo mensajerías, oficinas de correo y estafetas telegráficas. Proyectó el ramal ferroviario que atravesaría el Valle de Traslasierra uniendo Villa Dolores y Sotor. Predicó el Evangelio asumiendo el lenguaje de sus feligreses y se entregó por entero a todos, especialmente a los pobres y alejados. Incuestionablemente humano, le gustaba fumar mucho, la buena comida y no se avergonzaba de utilizar un lenguaje procaz cuando la cirscunstancia lo ameritaba. Atendió personalmente a los enfermos de lepra, enfermedad que contrajo a su vez por compartir las rondas de mate con ellos. Murió el 26 de enero de 1914, "heroicamente leproso, ciego y embichado", como dijeron algunos diarios de la época. Cuentan que la noticia de su muerte corrió en pocas horas por todos los rincones de la Argentina.


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