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 miércoles, 24 de noviembre de 2004  
Murió Adolfo Castelo, implacable cronista de humor comprometido
Transitó, como él decía, por el absurdo, la ironía y la sátira en sus críticas a las instituciones y autoridades

El periodista, conductor y humorista Adolfo Castelo falleció ayer, a los 64 años, en su casa del barrio porteño de Palermo. Fue un lúcido, descarnado y, al mismo tiempo, amable observador de la realidad. Como le gustaba decir, transitó por aquellos lugares del humor donde se sentía cómodo: el absurdo, la ironía y la sátira. Se definía como un "anarco sentimental" que criticaba a las instituciones y a las autoridades.

De amplísima trayectoria profesional, en los últimos tiempos condujo el programa radial "Mirá lo que te digo" y era el director de la revista semanal TXT. El deceso del periodista, padre de Daniela y Carla, fue confirmado ayer por su colega y amigo Jorge Halperín. Castelo luchaba contra un tumor broncogénico que se le había declarado a mediados de 2003.

Nacido en Capital Federal y habiendo atravesado su infancia en el barrio de Palermo Viejo, se inició en los medios con colaboraciones en las legendarias revistas Tía Vicenta y Rico Tipo, para luego pasar a la radio. En ese ámbito y entre otras labores, formó una antológica dupla con Alejandro Dolina en el emblemático "Demasiado tarde para lágrimas", en las trasnoches de radio El Mundo a comienzos de la década del 80, donde se transmitieron partidos de truco y se relataron las puestas de sombras chinescas. De esa misma época es el programa televisivo "La noticia rebelde" (ver aparte).

Declarado "enfermo de Boca" y con sueños irrealizados de pintor. "De aquella frustración nació mi vocación periodística", señaló alguna vez en una entrevista concedida a la revista 3 Puntos".

"Yo no hago política, hago humor comprometido, digamos que mi humor tiene un condimento que se podría llamar ideológico y eso es lo que me gusta hacer", explicó cuando le pidieron que definiese su estilo.

En 2000, desde "Medios locos" por Canal 7, alertó sobre los peligros de la concentración de las empresas periodísticas. "Que los medios estén en manos de dos o tres multimedios hace que la independencia del periodista corra un gran riesgo", había dicho.

La etapa más reciente de su recorrido profesional lo vinculó con Jorge Lanata en los programas periodísticos "Día D clásico" y "Día D".

En los dos últimos años comenzaron los reconocimientos a su carrera coherente e implacable. Obtuvo el premio Clarín 2003 como mejor conductor radial, y en junio pasado, recibió el Martín Fierro como mejor conductor de radio, por su programa y emocionó al auditorio al momento de recibirlo. Se sacó la gorra y dijo: "Gracias, en este momento el premio es medicina".

El 4 de octubre último fue distinguido como ciudadano ilustre por la Legislatura porteña. Fumador empedernido, en los últimos meses trabajaba recluido desde su casa, desde donde salía al aire para el programa que conducía junto a Jorge Halperín, "Mirá lo que te digo".

Entre los programas de radio en los que participó se encuentran: "Las mañanitas de Radio Libertad", "Claves para bajar de la cama", "Uno por semana", "El ventilador", "El tiburón blanco" y "Turno tarde". En televisión participó en "Imagen de radio", "Club de hombres" y "Muestra gratis", entre otros. (Télam y DYN)
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