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 miércoles, 10 de noviembre de 2004  
Para Carbone, liberar a Parvluczyk no ayuda a aclarar el caso Cabrera

El juez de instrucción Carlos Carbone resaltó ayer su convicción de que el procesamiento que dictó contra el oficial Diego Parvluczyk por homicidio alevoso contra Sandra Cabrera estuvo fundado en elementos abundantes y, aunque no desafió el criterio de sus superiores, consideró que la decisión de la Cámara Penal de revocar su fallo y dejar libre al policía es una medida que no contribuye a aclarar el asesinato.

"Es obvio que se ha producido un hecho importante en contra del esclarecimiento, pero veremos si podemos revertir la actual situación", dijo Carbone a LT8 ayer a la mañana. No obstante, consideró apresurada la opinión de que la liberación del empleado de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, que se concretó el lunes a la noche, implique sellar la impunidad del crimen.

La Cámara Penal integrada por Eduardo Sorrentino, Ernesto Pangia y Alberto Bernardini desprocesó ayer a Parvluczyk por evaluar que no hay ninguna prueba sólida que lo vincule directamente al asesinato de la mujer. El tribunal superior consideró simples conjeturas aquello que Carbone había calificado como indicios concretos de la culpabilidad del policía.

Cuando lo procesó, el juez Carbone admitía que no había reunido ninguna prueba directa que lo ligara al homicidio. Pero sí aunó "indicios concordantes" en una cadena que alcanzaba, a su criterio, para apuntarlo como el autor. Entre ellos se destacaban los testimonios que describían la relación del acusado y la víctima y los que hacían aparecer al uniformado en la escena del crimen (el policía tuvo incluso un contacto sexual con la mujer la madrugada del ataque).

El magistrado planteaba que esos elementos eran sólidos salvo que hubiera existido "una confabulación o una sugestión colectiva" de los testigos para perjudicar al acusado. Aunque no mencionaba móvil del crimen, afirmaba que el lazo con Cabrera, que era su informante, lo complicaba a nivel afectivo y laboral. Que el policía se contradijo y mintió en sus declaraciones.

Pero los camaristas destacaron que algunos de esos testimonios se caracterizaron por su "fragilidad" y hasta concedieron la casi certeza de que el policía no mintió al asegurar que a la hora del asesinato (las 4.30 de la mañana del 27 de enero) estaba en su casa y no con Cabrera.

"Cuando nosotros dictamos el procesamiento fue porque creímos, como seguimos creyendo, que había elementos abundantes para eso, aunque no haya sido el criterio de mis superiores", dijo ayer Carbone al programa "Los mejores". Tras el pronunciamiento de la Cámara, que implica el dictado de falta de mérito para Parvluczyk, el juez reflexionó sobre el futuro. "Tendré que releer la resolución, ver con qué personal sigo contando para trabajar, ver en qué estado está este grupo que habíamos formado y tratar de profundizar en cuanto a la sospecha original".


El estallido
La liberación de Parvluczyk, de 34 años, cayó como una bomba en la Asociación de Mujeres Meretrices de la República Argentina (Ammar). Su líder, Elena Reynaga, destacó su convicción de que el liberado oficial de Drogas Peligrosas está involucrado en la muerte de Sandra Cabrera. Y que, según dijo a Radio Dos, este policía "es la punta de una gran mafia que hay en toda la provincia".

En declaraciones a Radio Dos, Reynaga dijo que pedirá entrevistas con el ministro de Justicia, Horacio Rosatti, y el presidente Néstor Kirchner "para que se haga realmente lo que se tenga que hacer". Y remarcó que a Parvluczyk "lo largaron para que no hable, para que no se quiebre y para que no diga lo que tiene que decir".

La investigación del crimen de Cabrera había dejado al desnudo la vidriosa relación de la fuerza a la que Parvluczyk pertenece. Una investigación de una fuerza de inteligencia destacó que sus hombres construyeron una relación estrecha con narcos locales, a quienes extorsionaban todo el tiempo con operativos policiales que no contaban con autorización judicial o incluso les vendían retazos de procedimientos.

Los policías llaman retazos a la droga que secuestran en algunos allanamientos y que no consignan en el sumario. Luego la usan para pagar a sus buchones, para hacer sus propios negocios o para inventar nuevos procedimientos cuando se ven obligados a mostrar resultados. Mientras se investigaba este caso el jefe de la delegación local de Drogas de la Federal, Alberto Lomonte, fue pasado a disponibilidad.
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Sandra Cabrera fue asesinada el 27 de enero de un balazo en Iriondo al 600.

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