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 domingo, 03 de octubre de 2004

El debate en la UCR. Aspira a que su partido vuelva a ser la principal oposición en Santa Fe
Adolfo Stubrin: "Los radicales ahora tenemos que metabolizar las diferencias"
El flamante titular de la convención nacional dijo que su tarea se va a centrar en reorganizar a la UCR

Walter Palena / La Capital

Adolfo Stubrin no parece inmutarse por las furibundas críticas que todavía hoy le dispara Luis Changui Cáceres; es más, ni siquiera nombra al referente alfonsinista derrotado en la convención nacional de la UCR, sólo lo alude como quien nombra a una entelequia. El ex diputado santafesino, la estrella radical del momento, prefiere mostrar un perfil institucional sin apelar a las estridencias ni a los títulos catástrofe. Intuye que se viene una nueva etapa en el partido donde es necesario mostrar cierto equilibrio, evitar la diáspora y centrarse en la tarea de reconstrucción de una fuerza golpeada por sucesivos fracasos.

"Ahora tenemos que metabolizar las diferencias", afirma el ex secretario de Educación del gobierno de Raúl Alfonsín, a quien sigue apreciando más allá de que en la convención jugó todas sus cartas a favor de Cáceres. En una charla con La Capital, este santafesino con aire de patricio intelectual desgranó varios conceptos sobre el trabajo que se viene en el ámbito político de la UCR.

-¿Qué viene después de haber triunfado en la convención?

-Lo que dije desde el principio de la convocatoria: hacer una propuesta de trabajo institucionalista y pedirles a los radicales que se congreguen alrededor de sus autoridades.

-¿Puede recomponer relaciones con el sector derrotado? ¿Cree que lo van a acompañar?

-Puede haber un pequeño grupo que haga una interpretación dramática de la situación, pero el grueso de las personas que integraban la otra lista se acercó a saludarme y se puso a disposición. Es que la convención va a ser el ámbito de la construcción y de la reorganización del partido después de los traspiés que hemos tenido y de las crisis electorales.

-Es la primera vez que el alfonsinismo sale derrotado en una convención. ¿Lo ve así o es una lectura ligera?

-Sinceramente, me parece una simplificación.

-El sector que encabeza Cáceres sigue sosteniendo que usted representa a la derecha radical.

-Con eso hicieron una campaña permanente y muy pocos la tomaron en serio. Nadie que lo haya dicho lo cree realmente.

-Se lo acusó de rodearse de hombres como Rafael Pascual, Juan Pablo Baylac o (Roberto) Iglesias, dirigentes que estuvieron con De la Rúa o que jugaron con López Murphy.

-Las personas que señala no tenían convencionales, así que fue un respaldo simbólico. Respecto a Iglesias, quien gobernó Mendoza por el radicalismo, las distintas vertientes discutieron intensamente y luego decidieron apoyarme.

-¿Fue fundamental el apoyo que le dio la Liga de Intendentes de Buenos Aires, que no quiere ver más a los Moreau, a los Storani?

-Lo que pasa es que hay dirigentes que son muy representativos, pero siempre fueron maltratados por personas que no tienen casi ninguna representación y que sin embargo detentan posiciones muy encumbradas en el poder interno del partido. Entonces ahí se produce una tensión. Ahora tenemos que administrar esa tensión y contener a los dirigentes representativos.

-¿Descarta un cisma partidario?

-Voy a tratar de evitar cualquier desprendimiento a través del diálogo y la síntesis de ideas. Tenemos que metabolizar las diferencias.

-Otra de las lecturas que se hace es que su sector es más permeable a hacer una alianza con López Murphy.

-Ese es otro de los argumentos de los que agitan el fantasma del giro a la derecha de la UCR. Lo cierto es que sobre nuestro partido, bastante debilitado en las áreas metropolitanas, hubo y hay operaciones externas de otros grupos políticos, de sectores de opinión y del oficialismo nacional y de la provincia de Buenos Aires. Esto pasa porque la UCR no está bien plantada, pero en la medida en que adquiramos mayor firmeza, reafirmación de principios, esas presiones se van a ir disipando.

-¿Fue por eso que dijo que el duhaldismo había metido una pata en la convención y operó a favor de Cáceres?

-Nosotros decimos que hay una imagen de algunos dirigentes que están muy próximas al gobierno y al duhaldismo, pero nada más. El partido debe hacer una clara demostración pública de su independencia.

-¿Se van a dar una estrategia de alianzas?

-En el tránsito de la recuperación del partido, eso es un asunto secundario. La convención dará los lineamientos doctrinarios y programáticos generales, pero después lo definirán cada uno de los distritos.

-Tanto usted como Cáceres representan a Santa Fe y sin embargo en las elecciones pasadas la UCR no compitió con su sigla.

-Fue un hecho lamentable para nosotros, derivado de las triquiñuelas electorales. Nos obligaron a ir bajo la sigla de otro partido porque proscribieron la coalición que se había construido junto al Partido Socialista y la democracia progresista. Fue un hecho institucional grave en la provincia que se hizo con operadores judiciales.

-Al radicalismo santafesino se lo señala como furgón de cola del socialismo.

-Eso no es cierto. Seguimos teniendo un partido vigoroso en Santa Fe y Rosario. También tenemos un cuerpo legislativo nutrido que está trabajando intensamente. Hay diferencias internas, desencuentros, pero estamos en marcha hacia una reconstrucción institucional. No somos un partido de segundo orden en la provincia, sino que tenemos serias aspiraciones a encabezar la oposición en la política santafesina.

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"Trataré de evitar desprendimientos con diálogo y síntesis de ideas".

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