Cuidado de la piel: rostro reluciente

Con los días más largos y el retorno de una luz más cálida, el cuerpo aletargado durante el invierno, ve cómo resurgen sus defensas y siente la necesidad de reactivarse. La piel sigue el movimiento y retoma de forma natural un ritmo más intenso. Las variaciones meteorológicas de luz y de temperatura influyen también en su estado. La mejor forma de cuidar la belleza es mediante tratamientos que contemplen las características de la estación de las flores.

* Limpieza y exfoliación: es lo primero que hay que hacer previo a cualquier otro tratamiento o antes de la exposición al sol. Se limpia la piel en profundidad mediante peelings suaves a base de sustancias vegetales para el rostro, y para el resto del cuerpo con peeling a la sal o con ácidos glicólicos (derivados de la caña de azúcar) eliminando las células muertas depositadas en la capa córnea, activando la circulación sanguínea y oxigenando la piel.

* Hidratación intensiva: todas las pieles necesitan ser hidratadas. Elasticidad y firmeza son las características que debe reunir la piel sana. El uso regular de hidratantes y nutrientes aportará los elementos necesarios para que encuentre su equilibrio natural y recobre los niveles adecuados de sus componentes. Es recomendable además beber abundante cantidad de agua.

* Revitalización con vitamina C: una piel revitalizada es más joven. Las vitaminas son sustancias indispensables para la vida. Pero el organismo humano no está preparado para fabricarlas. Por eso se deben absorber a través de una alimentación equilibrada. Sin embargo antes de alcanzar la piel recorren un camino muy complejo, dentro del organismo, llegando primero a los órganos vitales como el corazón y pulmones, y por último a la piel. Es por esto que aplicando las vitaminas directamente sobre la piel gracias a una fórmula de concentración optimizada, la sustancia activa llega donde se necesita en un porcentaje elevado. La vitamina C es la del dinamismo y la luminosidad. Estimula y activa el metabolismo celular. Tiene propiedades antioxidantes y protege a la piel de las agresiones del exterior. En los gabinetes de estética se aplica en forma de topicaciones y en domicilio en forma de hidrogel o de emulsiones hidratantes.

* Belleza al sol: si optamos por tomar "baños de sol", lo importante es realizar una exfoliación, una hidratación y utilizar un índice de protección adecuado a cada tipo de piel e intensidad de bronceado adquirido. No exponerse al sol entre las 12 y las 16, y empezar con exposiciones cortas para ir aumentándolas progresivamente. Tener en cuenta que la exposición continua favorece la aparición de arrugas, manchas y envejece la piel pudiendo desarrollarse lesiones precancerosas en las capas profundas. Si optamos por un plan de bronceado sin sol, debemos recurrir a un novedoso sistema que se aplica en todo el cuerpo en forma de una suave bruma originada por un pincel de aire. Broncea en minutos todo el cuerpo de forma práctica y segura. Se utiliza en Europa y EEUU. El bronceado se logra por la aplicación de una solución que combina esencias hidratantes de aloe vera, nuez y tilo y está compuesta por un activo orgánico que produce una reacción biológica en los aminoácidos de la epidermis. El resultado es una piel con un bronceado saludable, sin riesgos y que aporta suavidad y frescura. No tiene contraindicaciones y está recomendado por dermatólogos.

Ada Naranjo

Cosmetóloga

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Todas las pieles necesitan ser hidratadas.