Caso Blumberg

Desconozco por qué el señor Blumberg originó y origina polémica en ciudadanos, periodistas y otros. Al margen de mi simpatía o no por este señor y de compartir o no su estilo, es legítimo lo que hace. Cada persona canaliza el dolor de la manera que puede. Su tremenda desgracia, la muerte de su amado hijo y la forma en la que lo perdió, merece el apoyo incondicional de todos. Creo que no hay nadie que no pueda solidarizarse con su angustia e impotencia, las que deben ser enormes, sin dudas. El desenlace de su hijo, aberrante por cierto (el crimen) no tiene ideología (izquierda, centro o derecha), es terrible y ello lo impulsó a actuar como lo hace, definiéndose en su lucha. Está bien. Es legítimo, reitero. Sin importar si uno comulga o no con su enfoque, ideas o creencias, debemos ser respetuosos y tolerantes. Blumberg actúa con la lógica de su dolor, y también con la de su opinión y modo ver. No tiene entonces por qué molestar tanto a algunas personas. Está en su derecho como cualquier ciudadano de expresarse y reclamar como él lo cree, estemos o no de acuerdo.

Nora Cardarelli