La Isla de los Inventos ya vio pasar 200 mil personas en apenas un año de vida

Hubo festejos con música y velitas en la ex estación

La Isla de los Inventos, un lugar donde chicos y grandes juegan como si fueran de la misma edad, cumplió ayer su primer año de vida con el orgullo especial de haber visto pasar ya unas 200 mil personas por la ex estación de Corrientes y Wheellwright. Los festejos vienen para largo, pero ayer fue un día especial: entre todos los asistentes apagaron mil velitas y el intendente Miguel Lifschitz se sumó a la partida. "Como gobierno municipal, nos sentimos orgullosos de la Isla de los Inventos, porque junto a la Granja de la Infancia y el Jardín de los Niños expresa una nueva concepción de cómo deben ser los espacios recreativos para los niños, una concepción más moderna, mucho más interactiva, donde se apuesta a que los chicos participen y sobre todo tomen contacto con el mundo del trabajo, de las artes, de las ciencias y de las ideas", afirmó Lifschitz.

El orgullo no fue exclusivo del intendente. El alma mater y directora de la Isla, Chiqui González, no se cansó de rescatar que ese espacio rompió con los esquemas tradicionales que segregan los lugares para grandes de los que fascinan a los chicos. "El 60 por ciento de las 200 mil personas que pasaron por aquí durante este primer año de vida de la Isla son adultas -sostuvo-, y muchas de ellas incluso vienen solas".

Da para creerle. En su recorrida por los andenes de la transformada vieja estación, ayer La Capital vio a mucha gente adulta, incluso ancianos, divertidos de sólo mirar cómo jugaban los chicos. Que no paraban, stand de juego tras stand.

Según afirman desde la Isla, unos 800 chicos en grupos escolares la recorren durante los días de visita en la semana. El sábado y domingo, sin escuelas de por medio, no bajan de 3.000 personas. A ellas se suman contingentes docentes de afuera de la ciudad.

También Lifschitz tomó cuenta del poder ilustrativo de esos números. "La gran convocatoria que tiene este espacio los fines de semana, y durante la semana con las escuelas, demuestra que funciona como una propuesta especialmente atractiva para los chicos", afirmó el intendente, mientras martillaba juguetes en el sector Ensamblado de la Fábrica, uno de los espacios más concurridos.

"Estoy fascinada, no se puede creer este lugar", le dijo a este diario Ximena (30), mamá de Valentín, un bebé de 18 meses que también había encontrado su propio chiche, un gato de arrastre con ojos saltones, gigantescos bigotes y cuatro rueditas.


También hubo música
Además de los juegos en los Andenes de la Estación, la Fábrica y el Espacio Infinito, ayer en la Isla también hubo un espectáculo del grupo Los Cuatro Vientos, que hacia el fin de la tarde contaron la historia de la música a puro saxo, flauta y clarinete, para un público de más de 500 personas.

Después, como en todo cumpleaños, llegó la hora de soplar: una torta collage de cinco pisos, compuesta por mil madalenas con sus respectivas velitas, sirvió de excusa para pedir deseos. El de muchos fue, seguramente, que en Rosario emerjan nuevas islas. Sobre todo, si son como esta.

El intendente Lifschitz "trabajó" en la Fábrica codo a codo con los chicos.