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 sábado, 14 de agosto de 2004

La tormenta tropical generá vientos de hasta 244 kilómetros por hora, capaces de causar grandes daños
El huracán Charley ingresó al sur de los EEUU con inusitada violencia
George Bush declaró al Estado de Florida, gobernado por su hermano Jeb, como "zona de desastre natural"

El huracán Charley, el más poderoso en la región de Florida desde hace 12 años, ingresó ayer a suelo continental estadounidense con poderosos vientos de 240 kilómetros por hora, capaces de causar gran mortandad y daños incalculables. Como si eso fuera poco, otros dos sistemas nacieron ayer en el Atlántico. La depresión tropical número cuatro está frente a las islas de Cabo Verde y la quinta al este de las Islas de Barlovento en el Caribe. Ambas podrían pasar a ser tormentas tropicales en las próximas horas.

El gobernador de la Florida Jeb Bush anunció anoche que su hermano, el presidente George W. Bush, declaró a ese Estado norteamericano "zona de desastre natural".

"Ya no es hora de estar en las carreteras, sino ponerse a cubierto", dijo Bush refiriéndose a los millares de automovilistas que congestionaban aún las autopistas de la costa oeste de la península, escapándose del fenómeno meteorológico.

Charley tiene la categoría cuatro en la escala Saffir-Simpson, con un máximo de cinco. En agosto de 2002, Andrew también alcanzó la categoría cuatro y causó la muerte de medio centenar de personas y daños por más de 20.000 millones de dólares.

Algunos informes sostienen que Andrew tenía categoría cinco, considerado de extrema gravedad por sus vientos superiores a los 251 kilómetros por hora.

Charlotte Harbor se hallaba también bajo la furia de Charley y sus vientos huracanados alcanzaban a un radio de 45 kilómetros, mientras que los vientos con fuerza de tormenta tropical llegan hasta a 165 kilómetros del centro.

Charley entró a suelo continental estadounidense a unos 300 kilómetros de Tampa Bay, la ciudad más poblada de la costa oeste. En Cayo Hueso, la ciudad más meridional del país, el huracán sólo rozó tangencialmente. Pese a las fuertes lluvias y vientos aún no hubo víctimas y los daños no son de consideración.


Esperan altas marejadas
Max Mayfield, director del centro nacional de huracanes con sede en Miami, dijo que lo que más debe temerse en las próximas horas son las marejadas que podrían llegar hasta los seis metros de alto y sumergir extensas zonas costeras en el agua en el área de Fort Myers y más al sur hasta Tampa Bay.

Mientras Andrew atacó el sur de la Florida por el este, Charley lo hace por el oeste, tras haberse originado en el Caribe, causar un muerto en Jamaica y tres ayer a la madrugada en Cuba, donde los daños son cuantiosos, según informes desde La Habana difundidos por la televisión de Miami.

Las actividades en una docena de aeropuertos fueron canceladas. Los famosos parques de atracciones de Orlando cerraron sus puertas y millones de personas se congregaban anoche alrededor de sus televisores en una tensa espera por lo que podría ocurrir.

Tras su ingreso en la península, las proyecciones señalan que Charley avanzará hacia el norte afectando de una u otra manera con sus vientos y lluvias a unas siete millones de los 17 millones de habitantes del estado. Seguiría luego más al norte por Georgia y las Carolinas hasta Maine.

La llegada del huracán obligó a emitir órdenes de evacuación para cientos de miles de personas, la mayoría residentes de áreas costeras, a zonas más altas y refugios.

La fuerza de estos vientos podría provocar marejadas hasta de cinco metros de alto que inundarían las zonas bajas de la bahía de Tampa, donde están situadas otras dos ciudades importantes de Florida, Clearwater y Saint Petersburg, y otras regiones costeras un poco más al sur.

Las autoridades de Florida emitieron advertencias de evacuación para más de dos millones de personas que corren peligro.

Funcionarios de los servicios de emergencia en Tampa, Saint Petersburg y Clearwater instaron a la población a salir de las regiones costeras, de las zonas bajas y de las casas móviles.

Sin embargo, en el último momento, el huracán se movió un poco más al sur, acercándose a tierra por una zona próxima a las islas de Sanibel y Captiva y la ciudad de Fort Myers, aliviando un poco la severa situación en la bahía de Tampa y sus ciudades vecinas.

La tormenta ingresó a la zona continental a las 15.45 (hora local) y el jefe de la policía de la ciudad de Sarasota, Peter Abbott, dijo a los residentes que era "demasiado tarde para tratar de desplazarse. Es muy peligroso salir a la calle debido al fuerte viento".

"Se estima que entre 1,4 y 1,9 millones de personas han sido advertidas de que deben trasladarse tierra adentro", explicó por su parte el portavoz del centro de operaciones de emergencia del estado de Florida, Erin Geraghty.

En total, unos 6,5 millones de habitantes podrían ser afectados por el paso del huracán, según la oficina del Censo de Población de Estados Unidos. (DPA y Reuters)

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Una residente de La Habana rescatando algunas cosas.

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