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 sábado, 31 de julio de 2004

Despegue. El primer mandatario también se comprometió a buscar un país "más justo"
Kirchner: "El Fondo Monetario nos dejó 15 millones de argentinos pobres"
El presidente mostró signos de reconciliación con la Iglesia. Y Obeid sólo tuvo elogios para el visitante

Gestos, gestos y más gestos. De Jorge Obeid, quien se mostró tan emocionado y agradecido que -aseguró- no puede recordar cuántas veces el presidente visitó Rosario. Del socialismo, que en su mayoría miró por televisión el acto de reinauguración del aeropuerto y llevó apenas a sus dirigentes en funciones. Del peronismo, que vivió la ceremonia como una celebración propia aunque sin estridencias. De Néstor Kirchner, que se empeñó en mostrarse lo más cerca posible de monseñor Eduardo Mirás para despejar los entredichos con la Iglesia y que disparó contra el Fondo: "Es muy fácil hacer la autocrítica de lo que pasó en la Argentina desde salones muy tranquilos, pero los errores de ellos nos costaron que haya más de 15 millones de argentinos pobres".

Pero todo no quedó allí. "Tengamos buena memoria y recordemos los rostros de aquellos que nos llevaron a la situación en la que estamos", dijo en un momento poniendo la mira en otro blanco: el ex presidente Carlos Menem.

En un guiño inequívoco, Kirchner volvió a tocar suelo rosarino y trajo consigo a su ministro estrella, Aníbal Fernández, y a una abultada comitiva que no se condice con el poco tiempo que estuvo en Rosario.

Desde un escenario superpoblado -que incluyó al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, el vocero Miguel Núñez, el intendente Miguel Lifschitz, integrantes del gabinete municipal y al diputado nacional Gustavo Marconato, entre otros- el jefe de Estado arremetió con un discurso breve pero contundente.

A su turno, Obeid se dedicó exclusivamente a elogiar al visitante, pero no olvidó deslizar entre líneas que la coparticipación es un tema pendiente.

Sin la presencia de Hermes Binner (un faltazo tan llamativo como el de Carlos Reutemann), Lifschitz se limitó a hacer un llamado "a trabajar más allá de las posiciones políticas".

En una retirada caótica, Fernández se vio atrapado en una maraña de cables, micrófonos y cámaras y tuvo que responder sobre el recién despedido ministro de Justicia de la Nación, Gustavo Beliz, y el juicio por el ataque a la Amia. "Después de nueve años, lo que no se pudo probar, ¿se va a poder probar? ¡Qué se yo!", remarcó.

Pero se mostró más contundente al contestar si el gobierno se debilitó con las denuncias de Beliz: "No", aseveró, para marcar diferencias y afirmar que el nuevo titular de Justicia, Horacio Rossati, es un "excelente ministro".

Precisamente, a pocos metros de él estaba el propio Rossati, quien se comprometió a impulsar todos los proyectos del paquete de medidas de seguridad y sentenció: "Nunca me tocó un momento fácil para asumir. Y no hablo de mis predecesores".

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Kirchner volvió a tocar suelo rosarino y trajo consigo a su ministro estrella, Aníbal Fernández.

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