| domingo, 06 de junio de 2004 | "San Foucault": Una obra política y militante "San Foucault", de David Halperin, Ediciones Literales, Córdoba, 2004, 209 páginas.
Un triángulo rosa sobre fondo negro, insignia del grupo militante contra el sida y la homofobia Act Up New York, está impreso en la contratapa del libro. El símbolo alude y transforma el distintivo que los nazis cosían a los uniformes de los detenidos gay en los campos de concentración. El impreso no deja lugar a dudas, "San Foucault" es una obra eminentemente política, un libro militante.
Su autor, David Halperin, forma parte del grupo de investigadores que constituyen los gay and lesbian studies, pero también es un militante queer. La denominada política queer surge en Estados Unidos como reacción a la ofensiva conservadora dando lugar a una nueva insurrección contra las normas de la sociedad norteamericana llevada a cabo por gays y lesbianas, así como también por feministas, no-blancos, indocumentados desocupados y distintos grupos radicales. En contraposición a los movimientos de liberación de los años sesenta cuyo principio era la reivindicación de la igualdad, esta corriente pone el acento en la singularidad social de gays y lesbianas.
La idea central que despliega Halperin es que Michel Foucault anticipó el giro queer de la política gay. Para el autor, el filósofo, psicólogo e historiador francés politiza la verdad y el cuerpo con más fuerza que cualquier otro autor, haciendo un aporte crucial para la política de resistencia gay y lesbiana en época del sida. En este sentido, el valor de la teoría de Foucault residiría en su brillante evasión estratégica de cuestiones sobre la esencia de la sexualidad, para dirigir la atención a cuestiones sobre el modo en que funciona la sexualidad en el saber y la sociedad.
Así, la crítica política foucaultiana le estaría dando a la política queer un arma poderosa para combatir y resistir las operaciones discursivas de la homofobia contemporánea, aunque no baste para vencer las instituciones en las que están enraizados los discursos que presentan a gays y a lesbianas como criminales, enfermos e inmorales.
Al tratar a la homosexualidad como una posición estratégica más que como una esencia psicológica, abre la posibilidad de un saber gay sin objetos, de estudios queer basados no en el hecho positivo de la homosexualidad, sino en un proceso continuo de conocimiento y de formación de sí.
Aunque fragmentado, "San Foucault" permite cerrar el círculo comprendido entre el campo disciplinar construido por un autor y la forma de práctica política que toman algunos de sus postulados, mediados ambos por un sinnúmero de luchas político-ideológicas donde no siempre es posible alzar con fuerza la voz de los oprimidos.
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