Una estirpe militar

Escritores argentinos fundantes como Leopoldo Lugones y Jorge Luis Borges remiten a una estirpe militar, blandiendo figuras como las del "héroe" y el "compadrito", respectivamente, destaca la ensayista María Pía López.

En el marco de un país de historia golpista, "Lugones escribe «El sable» a fines del siglo XIX, reivindicando las épocas heroicas de la revolución y del rosismo. Borges, casi tres décadas después reivindica la Santa Federación. Coinciden en recuperar la voluntad de pelea, antes del sentido político o social que había tras los conflictos".

"En el caso del personaje del compadrito -apunta López- eso es transparente, porque, como dice Borges, es la valentía por sí misma, despojada de sentido".

En ese sentido, subraya la investigadora, "ambos fundan lo argentino sobre la idea de la virilidad como valentía inútil. Si tiene una dimensión autoritaria, no me parece que se pueda ver sin tensiones un vínculo entre esos valores y la trágica historia política del país, porque la violencia estatal ha sido ejercida con sentido, es decir con objetivos bastante claros y estratégicos".

"Pareciera que cuando el Lugones de las altas cumbres bajó la vista y se enamoró por primera vez de Emilia Cadelago, se humanizó y se vio perdido en la conciencia de que había vivido fuera del amor", reflexiona López.

En las cartas a su amante "es un hombre desesperado, que no escapa a las cursilerías románticas, pero tampoco abandona la altisonancia. Piensa su amor como un destino fatal que hay que afrontar heroicamente. Sin embargo, después acepta la ruptura y sigue con su matrimonio".

Al momento del suicidio el poeta cargaba varias soledades, entre la política y el amor. Pero, ¿cuál le pesaba más?. "Es posible que se haya visto sin salida, sin posibilidad de elaborar una nueva apuesta afectiva o política".