Año CXXXVII Nº 48355
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
La Región
El Mundo
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario
Economía
Señales
Turismo
Mujer


suplementos
ediciones anteriores
Salud 07/04
Autos 07/04
Educación 03/04
Campo 03/04


contacto

servicios

Institucional

 domingo, 11 de abril de 2004

Cocina: Metamorfosis de lo cotidiano

Quique Andreini / La Capital

¿Pavada de título no? Le explico, la mujer actual tiene que repartir su tiempo entre sus tareas laborales y la atención del hogar. Esta situación de pluriempleo le exige simplificar métodos para un mejor aprovechamiento del tiempo, pero al mismo tiempo requiere de una buena dosis de imaginación para, por ejemplo, no "saturar" (vio que fino suena, pero usted me entiende) a la familia con bifecitos con ensalada o fideos con manteca, siempre igual.

Unos valiosos aliados, al cual usted mi querida amiga no siempre recurre, (no al vecino, no, déjelo tranquilo) para transformar las comidas pueden ser las hierbas y especias. La albahaca, más allá de su destino como pesto, combina mucho más de lo que usted supone con los mariscos y con los pescados grasos equilibrando los sabores con su frescura.

El costoso azafrán deberá probarlo en su próxima omelette y no debería faltar en el lechón al horno. El olvidado estragón (¿se acuerda cuando todo cocinero de la tele que se preciara de tal le ponía estragón hasta en la ensalada de fruta) era fino, estaba de moda, hoy tristemente relegado. Pero usted no deje de usarlo, cambia el sabor de una simple mayonesa o de una humilde mostaza con su gusto pleno y definido. También se lleva de maravillas con todo tipo de carnes y pescados de gustos fuertes.

El comino, el que sí le debe importar, enriquece un pollo o una carne asada al horno. El impetuoso jengibre, antes inhallable y ahora conseguible en cada esquina del centro de Rosario, cuya verdadera personalidad, al contrario que la pimienta, reside en el "regusto" y no en el gusto inmediato, se lleva de maravillas con la salsa de tomates, con las tartas de pescado o puerro, con las ensaladas de frutas (ahora me toca a mí) con los pasteles de manzana, entre otras preparaciones que lo reciben gustosas.

La poderosa salvia, inspiración de la cocina mediterránea, debe ser usada con moderación. Armoniza con el ajo y la cebolla, perfuma el cordero si lo mecha cerca del hueso. Enriquece las costillitas de cerdo y equilibra los pescados grasos. También, muchas de las "verduritas" que utilizamos todos los días tienen valor como saborizantes.

El puerro, las hojas de hinojo, las del apio, el berro, cortadas finamente permiten realzar anónimas salsas, aburridos bifecitos o insulsas pechugitas de pollo. Ahora le corresponde a usted, mi bella dama, realizar un ejercicio por demás de placentero: cambiarle el gusto a las comidas de siempre.


Verduras y frutas a la parrilla
* Berenjenas: córtelas a lo largo sin pelarlas, úntelas con aceite y póngalas en la parrilla cinco minutos de cada lado. Sazone y sirva con un trocito de manteca encima.

* Zapallitos: igual que las berenjenas, agregando pimienta al retirarlos.

* Tomates: elíjalos bien firmes, preferiblemente del tipo perita. Quíteles las semillas, sálelos, úntelos con aceite y áselos. Sirva con ajo y perejil picados.

* Papas: es preferible que las hierva previamente con cáscara. Póngalas sobre la parrilla, envueltas en papel aluminio, unos quince minutos.

* Pimientos: córtelos por la mitad a lo largo, sáqueles las semillas y nervaduras, espolvoréelos con sal y un poquito de aceite (se cocinan muy rápidamente).

* Bananas: elija las menos maduras. Póngalas con cáscara a fuego vivo cinco minutos. Sírvalas en un plato, ábralas a lo largo, espolvoréelas con azúcar y rociélas con ron. Cómalas con cuchara.

* Manzanas: córtelas en rodajas y áselas rápidamente cinco minutos de cada lado. Sírvalas espolvoreadas con azúcar y canela.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados