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 martes, 06 de abril de 2004

Un país en llamas. El líder del alzamiento se mantenía en una mezquita
La rebelión shiíta se agrava en Irak y el Pentágono planea enviar más tropas
Se extienden los choques armados en Bagdad y Basora. Falluja fue cercada por los estadounidenses

Bagdad. - La batalla iniciada el domingo por milicianos shiítas a lo largo de medio Irak continuó ayer, con los estadounidenses enviando sus helicópteros y tanques al enorme barrio de dos millones de habitantes de esta colectividad en la capital iraquí, que sin embargo seguía en gran parte en manos de los rebeldes. En la sureña Basora, shiítas armados tomaron la sede del gobierno local. En este marco, el Pentágono se aprestaría a enviar más tropas, según la cadena CNN. El domingo murieron 11 soldados estadounidenses y uno salvadoreño, y varias decenas de iraquíes. Ayer los muertos serían al menos 5 entre los shiítas de Bagdad. En tanto, el jefe de la rebelión, el joven clérigo shiíta Moqtada Al Sadr, se mantenía recluido en una mezquita en la ciudad de Kufa. Sobre él pende una orden de captura desde hace meses, según se supo recién ayer, pero no fue llevada a cabo por pedido del gobierno interino de Irak. La ciudad sunita de Falluja, a su vez, donde el jueves pasado fueron asesinados y quemados cuatro civiles norteamericanos, fue cerrada por las fuerzas norteamericanas y el sonido de combates se escuchaba desde gran distancia.

* En este marco de creciente violencia, el presidente George W. Bush ratificó que la fecha para traspasar el poder a los iraquíes se mantiene en el 30 de junio y que sus tropas se mantendrán en Irak todo el tiempo que sea necesario para asegurar la transición política hacia la democracia.

* Ayer por la tarde, en el distrito shiíta de Bagdad, y luego de más de 24 horas de choques armados entre las milicias de Al Sadr, jóvenes y adolescentes danzaban alrededor de un camión estadounidense que ardía. Muchos portaban armas y grandes afiches de Al Sadr.

Durante la noche del domingo y ayer, militares estadounidenses atacaron objetivos en esa región de Bagdad -un enorme suburbio de dos millones de habitantes- en una confrontación cada vez más intensa con los sectores shiítas radicalizados que rechazan el cronograma político para el Irak de posguerra.

En Bagdad se vieron dos helicópteros artillados Apache atacando objetivos en el distrito shiíta de Shuala, donde un camión de transporte de tanques estadounidenses estaba en llamas. Se cree que fue el primer ataque de este tipo en Bagdad desde la guerra que derrocó a Saddam Hussein hace casi un año. Un clérigo antiestadounidense dijo que cinco personas habían sido asesinadas y diez resultaron heridas al ser atacado un local de la formación de Al Sadr.

El administrador estadounidense en Irak, Paul Bremer, prometió arremeter contra Moqtada Al Sadr, un día después de que las batallas en Bagdad y cerca de la localidad sagrada de Nayaf mataran a 48 iraquíes, ocho soldados estadounidenses y un soldado salvadoreño.


Falluja bajo asedio
Pero a la vez, mientras hacían frente a la explosiva rebelión shiíta, las fuerzas estadounidenses también enfrentaron a insurgentes sunitas en Falluja, donde cuatro estadounidenses fueron linchados la semana pasada. Los habitantes de la zona dijeron que hubo intensos tiroteos durante la noche y un médico indicó que cinco personas habían muerto y tres resultaron heridas. La ciudad había sido previamente cerrada por las tropas y los soldados utilizaron altavoces para anunciar un toque de queda nocturno y sellaron carreteras en torno a la problemática ciudad ubicada al oeste de Bagdad. Las escuelas cerraron y las calles permanecían vacías. Anoche, según la emisora Al Yazira, se escuchaban fuertes detonaciones dentro de la ciudad, que al parecer era bombardeada.

En otro episodio de violencia, el ejército de Estados Unidos informó de que dos marines y dos soldados del ejército murieron en ataques en Irak entre el domingo y lunes, elevando la cifra de muertes a 12 en 24 horas.

* La violencia shiíta abre un nuevo frente para las fuerzas encabezadas por Estados Unidos, que ya luchaban por reprimir a los insurgentes sunitas. También ha complicado la labor del enviado de la ONU, Lakhdar Brahimi, quien llegó el domingo a Bagdad para discutir los planes estadounidenses para devolver la soberanía a los iraquíes a finales de junio, y las futuras elecciones. Bremer dijo que Sadr estaba intentado usurpar ilegalmente la autoridad legítima. "No toleraremos esto", dijo a un comité ministerial iraquí para la seguridad nacional.


El desafío de Sadr
Sadr respondió desafiante. "Estoy acusado por uno de los líderes del mal, Bremer, de ser un proscrito", dijo en un comunicado leído en la mezquita de Kufa, cerca de Nayaf, donde se refugia y realiza una protesta. Una legión de sus seguidores del Ejército Mahdi lo defiende. Tropas estadounidenses habrían ingresado anoche en la ciudad con el fin de detener a Al Sadr.

Previamente, el portavoz militar Mark Kimmit comentó que tanto Al Sadr como su mano derecha, Mustafa al Yakubi, detenido el sábado, son sospechosos de estar involucrados en el asesinato del religioso shiíta Abdul Majid al Joi, el 10 de abril del año pasado. En cuanto a la posibilidad de detener a Al Sadr, Kimmit no quiso decir cuándo y cómo será, al señalar que depende de "cómo piensa tomar la noticia sobre la orden de detención. El tiene la libertad de entregarse o presentarse en cualquier guardia policial en Irak, y será tratado con dignidad, tal como cada sospechoso", añadió. Al Sadr dijo que prefiere morir antes que entregarse.

En tanto, en el barrio bagdadí de Azamiyya, de predominio sunita, se registraban enfrentamientos entre iraquíes y fuerzas estadounidenses. Tanques norteamericanos fueron desplegados en el área mientras helicópteros estadounidenses sobrevuelan el lugar, añadió Al Yazira.

Al Sadr se enfureció por el arresto de Yakubi. Sus seguidores también demandan la reapertura del diario Al Hawza, órgano de Sadr que las autoridades estadounidenses cerraron.

Asimismo, hombres armados leales a Sadr ocuparon las oficinas del gobernador en la ciudad meridional de Basora, la más importante de Irak luego de Bagdad.

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El shiíta al Sadr en Bagdad, frente a un camión en llamas.

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