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 domingo, 28 de marzo de 2004

Madrid: nuevo avance en la pesquisa por los atentados

Madrid. - La policía española encontró huellas de dos de los encarcelados por los atentados de Madrid en la casa que el viernes fue allanada en la localidad madrileña de Morata de Tajuña, donde supuestamente los terroristas fabricaron bombas. Las huellas corresponden a Jamal Zougam, sospechoso de ser el jefe de la célula, y a Abderrahim Zbakh, al que se conoce como "El Químico" por su formación.

En la vivienda se encontraron restos del explosivo Goma 2 y detonadores de cobre y aluminio, materiales idénticos a los que se usaron en los atentados del 11 de marzo en Madrid, que dejaron 190 muertos y más de 1.400 heridos.

Las fuerzas de seguridad analizan documentación incautada en el allanamiento de la casa de Morata de Tajuña, localidad de unos 6.000 habitantes a unos 35 kilómetros de Alcalá de Henares. En esta última localidad se cree que los terroristas del 11-M subieron a los trenes en los que colocaron las mochilas bomba. El diario El Mundo informó que la policía estaba vigilando la vivienda desde el día 14, pocas horas después de la detención de Zougam.

Entretanto, en los combates de tropas paquistaníes contra elementos de Al Qaeda y el régimen talibán en la región fronteriza con Afganistán lanzada el 16 de marzo resultó herido un jefe uzbeco de la red terrorista de Bin Laden. Según el general Shaulat Sultan, a cargo de la región, Tahir Yoldeshev resultó herido durante la ofensiva y ahora está escondido. El militar dijo que la operación está entrando en sus tramos finales. Sin embargo, la situación en la región tribal del oeste paquistaní sigue siendo muy volátil, y la operación militar enardeció los ánimos de los partidos islámicos en el país, mientras Al Qaeda llamaba a derrocar al presidente Pervez Musharraf.

Mientras, EEUU refuerza su dispositivo del otro lado de la frontera, en Afganistán. Ayer Washington anunció el envío de 2.000 marines más a la región, donde se unirán a los 13.500 soldados que la coalición mantiene en Afganistán. El objetivo son los militantes de Al Qaeda y del Talibán.

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