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 domingo, 28 de marzo de 2004

Punto de vista: La dura realidad frente al espejo

Rodolfo Bella / La Capital

La máquina del tiempo, negadora de la realidad, está en marcha. Claro que el artefacto siempre va hacia el pasado, no es cuestión que alguna vez falle. Moria Casán es un buen ejemplo. La vedete sorprendió en la tapa de la revista Gente (lo ideal hubiera sido Siete Días) con su nueva apariencia. En la jerga aséptica de los quirófanos un "refreshment" es apenas un "touch" acá y allá, para llevar "up" lo que está "down".

Moria (así, con el nombre de pila, como gusta a quienes sienten como amigos a los extraños) no representa ni aproximadamente los cincuenta y pico que declara. Envuelta en nailon (¿una referencia demasiado obvia al "plástico" o al poder del frío?, ¿en los 80 ya había freezer?) declaró que se hizo varias cosas, menos las "lolas".

La portentosa mujer aseguró que sus "lolas" son "patrimonio de los argentinos" (¿Qué lolas son patrimonio?, ¿las esculturas de Lola Mora que están en el Monumento a la Bandera?, ¿o las Nereidas de la costanera porteña?, ¿o la Berthet que hizo "Costumbres argentinas?. No. La Berthet, definitivamente no).

En fin, que verdaderamente Casán aparenta treinta o menos, o sea que la máquina retrocedió hasta los tempranos 80. Moria es linda, sexy, provocadora e inteligente, porque no oculta su edad y hace algo redituable con su inversión. También dijo que para "honrar sus años" quiere verse "divina". Y así debe ser, si le parece.

Los interrogantes son: ¿cuánta angustia mediata o inmediata puede causar a una mujer de cincuenta y pico no poder "honrar sus años" de esta forma tan sorprendente? ¿El modelo canónico de belleza es siempre una imagen de menos edad que la real o era mentira que hay belleza en la vejez? ¿Moria viene a recordarles a las quincuagenarias que la sensualidad no muere con el tiempo? ¿o es un recordatorio no intencionado de todo lo que la re-re-re-reconvertida economía argentina no permite ni permitirá jamás a muchas jefas (y jefes metrosexuales, esa palabrita...) de hogares argentinos?.

Como sea, Moria está en estado óptimo. Verla deja una sensación de extrañamiento, como que el tiempo no pasó. Lástima los espejos.

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