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 miércoles, 24 de marzo de 2004

Rantissi, nuevo jefe para Gaza, pidió "golpear en cualquier lugar y momento"
Hamas recompuso su cúpula dirigente
La agrupación islámica apuesta no sólo al terror, sino también a ganar elecciones en la Franja

Gaza. - El nuevo jefe de Hamas en la franja de Gaza y cara visible del movimiento, Abdelaziz al Rantissi, pidió al brazo militar de esa organización palestina radical que "dé una lección" a Israel para vengar al jeque Ahmad Yassin, asesinado el lunes por Israel. "Decimos a las Brigadas Ezzedín al Kassam (el brazo armado): tienen que dar una lección al enemigo. Están frente a una puerta abierta para golpear en cualquier lugar y en cualquier momento y por todos los medios", dijo ante miles de simpatizantes del Hamas congregados en un estadio de Gaza, en su primera intervención pública tras ser nombrado al frente de Hamas en la región más caliente del conflicto. "Este enemigo tiene que darse cuenta de que no tenemos miedo a nada", agregó. El público coreó a Rantissi y prometió dar su sangre por él. Hamas es la principal organización palestina entre las que organiza ataques suicidas contra Israel. El dirigente era hasta ahora vocero de Hamas.

Al término de su discurso, Rantissi afirmó a la prensa que "se ha encargado a las Brigadas Ezzedín al Kassam de vengar al jeque Yassin y confiamos en que podrán dar al enemigo una lección que no olvidará". El dirigente, de profesión médico, es conocido por su línea dura.

Sobre el nuevo cargo de Rantissi él mismo generó alguna confusión: inicialmente informó que una elección secreta de la cúpula de la organización lo había ungido al máximo puesto, en sustitución del jeque asesinado. Luego se rectificó y aclaró que su cargo es jefe en la franja de Gaza, mientras que el puesto máximo fue para Khaled Meshaal, un dirigente que vive en el exilio. Meshaal es caracterizado como un "operativo" de Hamas basado en Siria, y su cargo preciso es desde ayer jefe del buró político. El episodio puede revelar una lucha interna en la cúpula del grupo integrista islámico, así como que Hamas no tiene ya a ninguna figura carismática del calibre del jeque Yassin.

De todas formas, Rantissi es la cara más conocida de Hamas luego de Yassin y ya fue advertido por Israel que puede ser asesinado en cualquier momento. Tanto Rantissi como Meshaal han sobrevivido a atentados contra sus vidas en el pasado.

Mientras, en el estadio de Al Armuk de Gaza, donde se desarrollan los tres días oficiales de duelo por Yassin, los líderes de Hamas también piensan en el futuro político de la agrupación. Mahmud al Zahar, uno de estos jefes, comenta que "quien mata a nuestra gente tiene que beber el mismo veneno". Más de 50 candidatos a kamikaze ya se han ofrecido en el estadio para cumplir el pedido de Rantissi de castigar a Israel.


Las futuras elecciones
Pero para la organización, que con su lucha armada y sus labores caritativas en Gaza ha logrado un alto reconocimiento y gran influencia, tras la muerte de su líder espiritual la cosa va más allá de un castigo a los israelíes: quiere consolidar su papel y lograr más poder. Al Zahar se ríe amargamente de los cálculos de los "halcones" israelíes, que creen que tras el ataque al jeque Yassin Hamas está debilitada y tendrá que renunciar a medio plazo a sus ataques terroristas.

Además, la organización quiere aumentar su perfil como partido político y presentarse a las próximas elecciones. Algo que, asegura Al Zahar, sucederá tras la evacuación de asentamientos judíos y de puestos militares que ha anunciado Israel. "Vamos a presentarnos a todas las elecciones", anuncia Al Zahar. "Si logramos la mayoría, los demás (partidos palestinos) tendrán que respetarlo". Pero Hamas no quiere que esto sea entendido como un desafío encubierto al movimiento Al Fatah del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasser Arafat.

El motivo es obvio: la organización radical islámica no puede competir militarmente en la franja de Gaza con las fuerzas de seguridad de Arafat, ni en efectivos ni en armas. Sin embargo, Hamas, que tiene fama de incorrupta y de mantenerse fiel a sus principios, podría convertirse en un serio candidato en el frente político. La veneración por el asesinado jeque Yassin podría reflejarse en un apoyo en las urnas, en caso de celebrarse elecciones.

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