Un centenar de choferes se movilizó al Heca. No continuarían con la huelga

El taxista baleado murió y los choferes preparan una protesta para mañana

Roberto Mauricio Paolucci, el taxista de 58 años baleado tras un intento de robo, murió anoche a las 22.30 y al cierre de esta edición los taxistas protagonizaban una concentración frente al Hospital de Emergencia Clemente Alvarez (Heca). Allí debatían en la madrugada de hoy las medidas a seguir, aunque se descontaba que no habría más paro. La protesta se sumó a la huelga que hicieron hasta las 18 y a la manifestación que habían hecho temprano frente a la Terminal de Omnibus Mariano Moreno. Mañana volverán a concentrar frente a la sede local de la Gobernación y se espera que allí definan una nueva medida de fuerza.

Eran ya las 20 cuando los profesionales del Heca dijeron a La Capital que esperaban un desenlace fatal de un momento a otro. Paolucci estaba descompensado hemodinámicamente, tenía complicaciones renales y no habían podido operarlo. Enterados de la situación, los taxistas comenzaron a acercarse al Heca para una vigilia.

Pero a las 22.30 se anunció que Paolucci había fallecido por un "shock irreversible".

Entonces un centenar de choferes llegó al hospital. En medio de manifestaciones de dolor, se discutió cómo seguir las medidas de fuerza. "No creemos que vaya a haber paro, va a quedarse gente aquí en el Heca pero los choferes seguirán trabajando, esta es la propuesta más aceptada", dijo a última hora Horacio Boix, del Sindicato de Peones de Taxis.

Boix está convencido de que la situación es "insostenible", y reclamó "seguridad efectiva" en las calle de la ciudad.

"Esto es una locura, es demencial, va más allá del control policial", dijo por su parte Mario Cesca, de la Asociación de Taxis Independientes. "Tenía la esperanza de que la medicina pudiera más que estos energúmenos, pero no fue así. Aquí hay una bronca bárbara", bramó.

Carlos Hidalgo, otro chofer que durante todo el día estuvo al pie del cañón, hizo un llamado "a toda la sociedad" para que acompañe los reclamos de más seguridad. "Nosotros estamos más expuestos que el resto, pero esto le puede pasar a cualquiera", reflexionó.

Paolucci fue baleado cuando iba a levantar un pasajero que había solicitado por radio un viaje para "una pasajera habitual". El agresor lo interceptó en el camino y le disparó una bala que le impactó en el hemitórax izquierdo, quedó alojada en el abdomen y le produjo fuertes hemorragias internas.


Durante el día
Ayer fue una jornada de protestas. Propietarios y choferes de taxis realizaron un paro de actividades y bloquearon la Terminal. La medida había sido resuelta anteanoche por las agrupaciones que nuclean a los peones y dueños de licencias.

Los taxistas pararon desde las cero hasta las 18, y por la mañana unos 70 vehículos convergieron en las inmediaciones de la Terminal de Omnibus e impidieron el movimiento de colectivos de media y larga distancia.

Los manifestantes obstruyeron el tránsito por las calles adyacentes, quemaron cubiertas y causaron innumerables inconvenientes en la zona de la Terminal, donde abundan bares, hoteles y comercios. Incluso, fueron afectadas las paradas del transporte urbano de pasajeros.

"Tuvimos la Terminal rodeada con cortes en todas las entradas", dijo Hidalgo, quien remarcó que hubo piquetes en Santa Fe y Cafferata, Castellanos y Córdoba, Castellanos y Santa Fe, Constitución y Santa Fe, y Córdoba y Cafferata.

No obstante, pasado el mediodía la situación originó la intervención de la jueza de faltas provincial Nº2, Liliana Puccio, quien permitió mantener un corte sólo en la esquina Santa Fe y Cafferata.

Durante las protestas, los huelgusitas esperaron infructuosamente la presencia de las autoridades provinciales en materia de seguridad, pero "el secretario (del área Alejandro) Rossi, sólo se ofreció para tomar un café en gobernación", dijo Hidalgo indignado.

No obstante, está previsto que mañana los tacheros marchen hacia Gobernación donde convocaron al funcionario, junto con el ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, el intendente Miguel Lifschitz y hasta el arzobispo de Rosario, Eduardo Mirás.

El jefe de la Unidad Regional II de policía, José Manuel Maldonado, recordó que "desde hace casi tres años se vienen realizando controles especiales en cuatro zonas de la ciudad, aparte de las órdenes que tienen los efectivos del Comando Radioeléctrico de hacer verificaciones permanentes.

Antes de la muerte de Paolucci, las protestas en la Terminal modificaron la jornada.