"No se si soy de acá o soy de allá"

La crisis de identidad, "de sentirse más de acá o más de allá", y la administración del tiempo vacacional, son posibles dolores de cabeza para los estudiantes y emigrados que vuelven a casa.

En general, la mayoría de los estudiantes se sienten muy seguros de sus raíces, por lo que no muestran signos de duda frente a su origen. "Yo voy a chupar naranjas toda mi vida", dice Ezequiel, "el uruguayo", completamente orgulloso de su Concordia natal. Esa seguridad de que casa es irremplazable a veces se ve afectada por la cotidianeidad construida en Rosario, lo que dificulta reconocer determinantemente a un lugar como propio. Al menos, Mauro Bertone lo vive de esa manera: "no tengo claro si soy de acá o soy de allá. Si bien me siento identificado con Elisa, por las actividades y amistades que hago también tengo signos de identificación rosarinos".

Pero para los emigrantes la cuestión de la identidad no es un problema. Sí lo es el tiempo con el que cuentan para estar con amigos y familiares en esas vacaciones. Dependiendo siempre de la duración de la estadía, se complica llevar adelante ese ritmo de visitas casi obligatorio. Guillermo Bancchini asegura que llegar de vacaciones lo incita a ver la mayor cantidad de gente posible, por lo que debe aprender a organizarse. Y esa organización de actividades es la que cuesta implementar, más aún cuando los sentimientos por quedarse más de lo planificado se acentúan día a día. "Si los días no pasaran volando, sería todo más intenso. Lamentablemente, siempre es una carrera contra el tiempo", rezonga al respecto Juan Pablo Nardone.

Por lo tanto, se tratará de aliviar estos dolores de la mejor manera. Algunos definiendo los límites de procedencia, de "ser o no ser"; otros, encontrando la forma de que "el reloj detenga su camino....al menos por unos minutos".

V. F.

Volver es una buena excusa para reencontrar a los viejos afectos.