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 domingo, 08 de febrero de 2004

Kirchner volvió a descartar la posibilidad de reducir la quita a acreedores
El gobierno no se mueve del 75% y apelará la inhibición de bienes
El jefe de Estado atacó alos fondos buitres y a losbancos que recomendaron lacompra de títulos argentinos

El gobierno nacional apelará ante los tribunales de Estados Unidos la inhibición judicial de bienes de las Fuerzas Armadas y descartó toda posibilidad de reducir la quita del 75 por ciento que ofrece el gobierno a los acreedores privados de la deuda pública.

Así lo aseguró ayer el presidente Néstor Kirchner, con una encendida defensa de la postura adoptada por el gobierno frente a los fondos buitres y a los bancos que recomendaron a sus ahorristas la toma de títulos públicos de la Argentina.

El discurso presidencial, efectuado ayer desde la sureña ciudad de Río Gallegos, tuvo como contrapunto la ofensiva de las grandes potencias desde Miami, donde se celebró una reunión del Grupo de los Siete (G7). El agrupamiento instó a la Argentina a que adopte las políticas recomendadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y a que negocie activamente con los acreedores de la deuda. "Es muy importante que Argentina cumpla sus compromisos con el FMI, proceda con las reformas a las que se comprometió", dijo el secretario del Tesoro de los EEUU, John Snow, en la conferencia de prensa al cierre de la reunión de ministros de finanzas y jefes de bancos centrales (Ver página 15).

"Todo, vamos a luchar judicialmente. Obviamente vamos a hacer todos los pasos judiciales que hay que hacer", dijo el primer mandatario al ser consultado sobre la apelación judicial. Lo hizo en el transcurso de una conferencia de prensa efectuada en la Casa de Gobierno de Santa Cruz, en compañía de funcionarios nacionales y provinciales.

"No hay ninguna posibilidad de variar esta situación. Estamos generando un punto de inflexión histórico para que la Argentina se vuelva a recuperar", enfatizó Kirchner.

El jefe de Estado dejó en claro que el gobierno "no le baja el perfil" al conflicto pero busca "desdramatizarlo porque sabemos que estamos en una lucha muy difícil. Estamos trabajando con mucho esfuerzo. Creemos que va a haber mil inconvenientes en este camino", explicó.

Más allá de los discursos, fuertes indicios dan cuenta de la intención oficial de convertir la renegociación de la deuda en una "causa nacional", como estrategia para frenar el coro de las presiones internacionales. Así lo planteó ayer el presidente provisional del Senado nacional, el chubutense Marcelo Guinle, quien dijo que la renegociación de la deuda externa no debe ser considerada como un problema exclusivo del gobierno sino "como una causa de todo el pueblo, de todos los argentinos".

El mandatario remarcó que la primera lectura que hace el Ejecutivo atiende a quienes generaron el endeudamiento. "Nosotros no endeudamos a la Argentina; quienes lo hicieron están más preocupados por que paguemos de cualquier manera", afirmó Kirchner. En esa línea, juzgó que la actitud del gobierno "no es caprichosa, sino absolutamente racional".

"Argentina puede pagar hasta el 25 por ciento y, con mucho esfuerzo, el endeudamiento con los tenedores de títulos externos, fondos buitres y bancos, que son quienes están haciendo más presión", precisó. En el mismo sentido, volvió a cargar contra quienes endeudaron al país al sostener que "tendrían que tener un poco más de decoro y callarse la boca".

Kirchner salió ayer por primera vez a expresar públicamente su postura, un día después de que la justicia de Maryland inhibiera algunos bienes del país en Estados Unidos.

"Sólo se hizo una detección de bienes", minimizó el presidente Kirchner en referencia a la medida legal que recrudeció la discusión a nivel mundial sobre si Argentina debería o no insistir en su propuesta a los acreedores externos formulada el año pasado.

Kirchner advirtió: "Vamos a estar sujetos a este tipo de situaciones" y anticipó que habrá que atravesar por "algunas dificultades" hasta que se resuelva la negociación.

"Lógicamente que aquellos que no trepidaron en hacer negocios muy buenos a espaldas del pueblo argentino van a tratar de cobrar de cualquier manera" resaltó.

Agregó que la inhibición de bienes argentinos en el exterior "tendría que haber sido declarada dentro de la Convención de Viena" y reiteró que "lo único que se ha hecho es una denuncia de bienes, una detección".

"Son bienes que no tienen un valor muy grande, valen entre 2 y 3 millones de dólares", mientras que el fondo de inversión reclama 180 millones de dólares. "Pero por ahí podemos arreglar y se lo entregamos como un pago. A lo mejor es nuestra buena fe y buena voluntad", ironizó el jefe de Estado.

Por su parte, el procurador general del Tesoro, el santafesino Horacio Rosatti, anticipo ayer que la medida será apelada en los primeros días de las semana próxima.

El funcionario planteó que ere previsible que se produjeran medidas de este tipo antes de la revisión del segundo tramo del acuerdo con el FMI y no descartó que otros jueces de distintos países puedan dictar pronunciamientos similares al del juez de Maryland, en los Estados Unidos, por lo cual vaticinó que espera que haya "mucho ruido".

Rosatti dijo que la defensa de los intereses argentinos en el exterior está en manos de estudios jurídicos, pero destacó que la procuración está en permanente contacto para evaluar las estrategias.

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Kirchner: "No hay posibilidad de variar la situación".

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