| | domingo, 25 de enero de 2004 |
Los motivos de un desplante presidencial
Que Néstor Kirchner no tiene intenciones de venir por ahora a la provincia de Santa Fe ya no es una hipótesis sino una clara realidad. El presidente suspendió dos veces su viaje a Rafaela, donde haría importantes anuncios para la región, y por allí circulan toda clase de rumores sobre las razones de este gesto. Lo mismo sucede en Santa Fe, donde todos apuntan a la relación con el gobernador Jorge Obeid como una de las causas de estos desplantes. En la capital provincial se dice que el sureño siente cada vez menos simpatía por el primer mandatario provincial y creen que esa es la verdadera razón por la cual dejó a los rafaelinos con las ganas de tenerlo en la ciudad. De todos modos, como la esperanza es lo último que se pierde, en la Perla del Oeste se dice que finalmente Kirchner iría el 12 de febrero. ¿Irá?
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El senador no quiso escuchar a nadie
Una de las primeras medidas que tomó al llegar al Senado fue revisar la nómina del personal con el que debería trabajar y después adoptó una decisión drástica: prefirió prescindir de la mayoría de ellos y poner a gente de su confianza. Quien más activamente colaboró en esa tarea fue su fiel amigo Carlos Carranza. Cuentan en el Congreso que ni el ex ministro de Gobierno de Santa Fe ni el propio senador quisieron escuchar los pedidos que formularon muchos dirigentes y punteros justicialistas en favor de algunos de los desplazados. Al final el Lole hizo valer su decisión y puso a la gente que él quería.
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Los socialistas están con la guardia alta
Los socialistas de por acá están atentos por estos días a cada gesto del presidente Kirchner. Quizás un tanto paranoicos, algunos comienzan a imaginar operaciones políticas por todos lados y temen que el afán del santacruceño por construir un movimiento en torno a su propia figura lo tiente a captar a algunos dirigentes de otras fuerzas, como interpretan que ya hizo al designar a Graciela Ocaña en el Pami. Aunque nunca lo admitirán en público, uno de los temores es que los casi 600 mil votos que cosechó Hermes Binner en la última elección se conviertan en el gran objetivo santafesino del ocupante de la Casa Rosada. Eso sí: algunos socialistas no temen tanto perder al ex intendente como a los sufragios que sólo su figura sería capaz de asegurar.
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El reparto del dinero
A muchos empresarios e industriales de la zona sur de Santa Fe se los ve seriamente preocupados por el destino que el gobierno de Obeid dará a un crédito de 126 millones de pesos que el Banco Mundial enviará a la provincia. Desconfiados, muchos de ellos intuyen que ese dinero, además de ayudar a paliar la situación de los inundados de la capital, difícilmente vaya a financiar ninguna obra del sur provincial. Solidarios con las víctimas del agua, los representantes del sector productivo reclaman sin embargo que el resto del dinero se reparta equitativamente en la reparación de rutas y obras de infraestructura que esta región necesita tanto como el centro o el norte. Razón no les falta. |
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 | "No se puede seguir ignorando los problemas de Latinoamérica"
Lucio Gutiérrez
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