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 domingo, 11 de enero de 2004

Tomada entrega a la CGT el borrador de derogación de la reforma laboral

El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, entregará mañana a los abogados de las tres centrales sindicales el texto del borrador que propondrá la derogación de los artículos más conflictivos de la cuestionada ley de reforma laboral que será debatida en febrero en sesiones extraordinarias del Congreso nacional.

A tal punto el gobierno desea definitivamente sepultar la norma, sospechada de haber sido sancionada el 27 de abril de 2000 mediante el pago de coimas a diversos senadores nacionales que la propia viceministro de Trabajo, Noemí Rial, regresó sorpresivamente el viernes de sus vacaciones para dedicar la jornada al análisis pormenorizado y final de ese borrador.

Rial suspendió sus vacaciones para trabajar todo el viernes en su despacho y ponerle el broche al texto que Tomada se comprometió a entregar mañana a los abogados para su estudio y consideración.

Las fuentes gremiales indicaron a la agencia Télam que, en realidad, ya existe acuerdo para derogar la norma por ley y no por decreto.

Los abogados Héctor Recalde (CGT disidente), Alberto Tomasone (oficial) y Horacio Meghira (Central de los Trabajadores Argentinos) se reunieron con Tomada por separado esta semana para ofrecer sus puntos de vista alrededor de la meneada ley 25.250.

Los equipos técnicos de las tres centrales sindicales ya han coincidido en la necesidad de derogar la "viciada" ley, a pesar de haber expuesto distintas y opuestas metodologías operativas.

Los asesores letrados sindicales tendrán tres días para estudiar el texto oficial que el gobierno desea coronar como fruto del "consenso" entre los distintos sectores gremiales.

El miércoles próximo Recalde, Tomasone y Meghira se reunirán nuevamente con Tomada para plantear por última vez sus posiciones y, luego, será el gobierno el encargado de intentar sentar en una misma mesa a Hugo Moyano, Rodolfo Daer y Víctor De Gennaro para sellar el acuerdo político definitivo de derogación de la ley.

Sin embargo, algunas fuentes sindicales consideraron que este último objetivo es realmente "utópico" y que, en realidad, ese acuerdo surgiría del diálogo por separado de Tomada con los referentes letrados de las tres centrales obreras argentinas.

"Por ahora, en ningún frente se ve como posible que De Gennaro o Moyano quieran compartir la misma mesa con la CGT oficial, y mucho menos para la foto", no dudaron en señalar a Télam algunos dirigentes rebeldes y de las propias filas de la CTA.

De todas formas, ello no obstaculizará el acuerdo definitivo para inhumar prontamente una legislación que, lejos de producir la generación de empleo, catapultó a la miseria, la exclusión social, la indigencia y la marginalidad a millones de trabajadores.

Aunque De Gennaro ha venido planteando sus preferencias de nulidad y no de derogación de la norma, algunos voceros gremiales señalaron que el sindicalista estatal finalmente "se avendrá a mover positivamente su cabeza" en favor del segundo camino.

"Se trata de llegar al real objetivo final y no demorar con discusiones inconducentes el sentido estratégico de la iniciativa oficial", opinaron los voceros sindicales consultados.

Ocurre que desde la resolución ministerial en favor de la libertad sindical -un histórico reclamo de la CTA-, De Gennaro viene profundizando su discurso para promover las discusiones por empresa y abrir así las puertas de la representatividad a los delegados y no sólo al sindicato principal de la actividad.

En ese marco estratégico, los abogados ya habrían coincidido en que la nueva normativa que debe regir las relaciones laborales en los albores del siglo XXI debe reducir el período de prueba, regresar al sistema indemnizatorio de un sueldo por año de antigüedad y mantener la ultraactividad de los convenios.

Además, para Recalde ya ha quedado claro que la derogación de lo que en su momento llamó "la ley del soborno" no dejará vacíos legales en la legislación argentina.

A pesar del espinoso sendero que hasta ahora vanamente procuraron despejar de malezas las tres CGT para producir su reunificación, sus equipos técnicos lograron dar vuelta aunque más no sea una página de la historia de desencuentros y convenir en un punto clave para archivar una ley vital para la década menemista. (Télam)



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