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 domingo, 11 de enero de 2004

Canadá y no Brasil fue el "autor" del encuentro

Ricardo Soca

Río de Janeiro. - Los acuciantes problemas del hambre y la pobreza extrema constituirán el punto neurálgico de la cumbre de Monterrey. Se ha querido ver en la génesis de este encuentro un supuesto cambio en la correlación de fuerzas del hemisferio, que se habría originado con la llegada al poder de los presidentes de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y de Argentina, Néstor Kirchner, además del venezolano Hugo Chávez.

Sin embargo, la urgencia en reunirse para tratar este tema fue planteada por el gobierno de Canadá, que entendió que esperar hasta la cumbre ordinaria de 2005, que tendrá lugar en Argentina, era demasiado ante las urgencias planteadas por la miseria; un apuro que, paradójicamente tropezó en un comienzo con la oposición de Brasil. El embajador de Brasil ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Valter Pecly, reveló recientemente en Washington que Brasilia dudaba "que fuera necesario" realizar esta cumbre especial, pero que al final el presidente Lula decidió que el encuentro era importante.

Y así quedó planteado el encuentro de Monterrey, cuyo documento final se llamará "Declaración de Nuevo León": será en principio una reunión para buscar formas de lograr que el crecimiento de las economías de la región beneficie a todos los habitantes, sin dejar al margen del progreso a vastas masas de miserables, como ha ocurrido hasta ahora.

Según datos de Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (Birf), el 10% de los latinoamericanos más ricos se quedan con el 48% de la riqueza generada, mientras que al 10% más pobre le queda apenas el 1,6% de los ingresos. La pobreza afecta hoy a 220 millones de latinoamericanos, el 44% de los habitantes de la región.

A pesar de la condición impuesta por el jefe de Estado brasileño, difícilmente quedarán al margen del encuentro temas que preocupan a los dirigentes latinoamericanos, tales como la gobernabilidad democrática, el combate a la corrupción y el incentivo al libre comercio, que eran los otros temas sugeridos por Canadá. (DPA)

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