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 domingo, 11 de enero de 2004

Memorias del fuego

Hace 85 años se produjo una de las huelgas generales más importantes en la Argentina del siglo XX. El conflicto suscitado en la empresa metalúrgica Vasena, en la que los trabajadores pedían la reducción de la jornada laboral de doce a ocho horas, culminaba con un trágico saldo de muertes provocadas por fuerzas policiales, militares y paraestatatales. Desde diciembre de 1918, se multiplicaron los conflictos en el puerto, los ferrocarriles y otros ámbitos. Llegado enero de 1919, la situación era insostenible, mientras las clases acomadadas veraneaban en Mar del Plata, en Buenos Aires la policía custodiaba convoyes de rompehuelgas y atacaba a los obreros metalúrgicos. El gobierno de Hipólito Yrigoyen pasó de una actitud pasiva a la permisividad para con las fuerzas represivas. Los trabajadores agrupados en la Federación Obrera de la Región Argentina del V Congreso, de tendencia anarquista, y la FORA del IX Congreso, de tendencia sindicalista, lanzaron la huelga general, reclamando aumentos salariales y mejoras en las condiciones de trabajo. La solidaridad se extendió a la mayoría de los gremios y durante varias jornadas desde el 4 hasta el 11 de enero de 1919, en Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Bahía Blanca, se produjeron enfrentamientos entre los trabajadores y sus familias y las fuerzas de la Liga Patriótica. Esta agrupación paramilitar inspirada por monseñor D' Andrea y el contraalmirante Domecq Gracía produjo el incendio y ataque en el barrio de Once, concretando el primer pogrom (matanza de judíos) de la historia argentina. La evocación de estas jornadas que significaron miles de muertes y cientos de deportaciones, tiene importancia para el cultivo de la memoria colectiva, en la lucha por la reivindicación de los derechos humanos y las libertades individuales y colectivas. Las contradicciones sociales que motivaron las jornadas de enero de 1919, persisten y es por eso que no debemos olvidar aquellos días de heroísmo popular.

Carlos A. Solero



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