Un hombre generoso

Además de las cuestiones que hacen a la vida empresarial del concejal rosarino Oscar Larrauri, lo que tomó estado público en los últimos tiempos y que más sorprendió a la comunidad fue la actividad de la financiera que posee el ex corredor de autos, hecho que trascendió cuando se conoció que era inminente el remate de la vivienda particular de un comerciante de Capitán Bermúdez, luego de que no pudiera hacer frente a los intereses del préstamo al que accedió.

Por estos días, el atribulado empresario Pascual Consani logró en la Justicia un plazo de 35 días para resolver su situación antes de tener que dejar su vivienda particular, que según sus dichos fue comprada en un remate por el propio Larrauri. Lo cierto es que este caso testigo, y reflejado en las páginas de La Capital, ha generado que mucha gente pierda el miedo a expresarse y ya han comenzado a reunirse algunos de los que en su momento recurrieron a la financiera y parecen haber corrido la misma suerte.

"Es increíble como se maneja, tiene alrededor un grupo de dateros que se te acercan cuando ven que necesitás dinero, te empiezan a sugerir que vayás, que podés conseguir la plata fácil sin muchos requisitos, y después te pasa como a mí que me ejecutaron sin derecho a la defensa", sostuvo Hugo, otro ciudadano bermudense que pidió preservar su apellido.

De estos casos hay por doquier, y en los últimos días circuló una versión que da cuenta de que un proveedor de la Municipalidad de Granadero Baigorria recibió de parte de esta administración una serie de cheques de pago diferido, que cambió en la financiera de Larrauri poniendo como garantía un camión de su propiedad.

Al tomar conocimiento de que la Municipalidad no había cubierto los valores, el comerciante ofreció a Larrauri pagar él mismo el monto de los cheques, pero esto no fue aceptado y el camión habría sido rematado. Vale aclarar que también la misma versión sostiene que la Municipalidad habría refinanciado los saldos y la deuda se estaría pagando. "El camión por los intereses y los cheques por la deuda" le habrían dicho al estupefacto proveedor que ni pagando habría podido salvarse del remate, y en este caso el popular Poppy se habría hecho "pelo y barba" con la deuda.