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 lunes, 01 de septiembre de 2003

Experiencia de gestión que está bajo análisis en la provincia de Neuquén
Cuando la comunidad planifica tareas y pone nota a su policía
En Ontario, Canadá, la política de seguridad se destaca por un fuerte control civil sobre el uso de la fuerza

La participación de la comunidad en la planificación de las tareas de la policía y una relación positiva entre fuerza de seguridad y población civil fueron la base del trabajo de la policía provincial de Ontario, Canadá, para optimizar el servicio de seguridad. Los cambios que se iniciaron a mediados de los `80, derivados de resultados de estudios académicos y recortes presupuestarios, incluyen un especial entrenamiento en el uso adecuado de la fuerza para cada situación, con énfasis en las habilidades comunicativas del personal policial, además de un entrenamiento físico y académico permanente que apunta a un alto grado de profesionalismo. El trabajo policial se realiza con una intensa regulación interna y civil, que supervisa y analiza el desempeño de los uniformados para incorporar mejoras en el entrenamiento y las estrategias para afianzar la seguridad.

Esas pautas, arraigadas en el discurso y las prácticas policiales canadienses, fueron comentadas en una entrevista por el inspector Mark Allen, el sargento superior Paul Kelly y el sargento Daryl Know. Los tres policías participarán del seminario internacional que se inicia hoy (ver aparte).

La diferencia en los estándares de seguridad de los dos países no fueron impedimento para que los policías canadienses fueran convocados por la policía provincial de Neuquén, que impulsa un fuerte cambio en la organización y la forma de trabajo y otros sectores policiales interesados en indagar sobre nuevas pautas de desempeño y de seguridad comunitaria. En otros sectores de la policía nacional, la idea de los controles civiles no despertó la menor simpatía.

Además de participar en la planificación de las tareas policiales, los organismos civiles supervisan el desempeño y los resultados de la gestión. La evaluación incide en la renovación de la contratación de los servicios de seguridad, ya que cada municipio tiene opción a contratar el servicio provincial, formar una policía municipal e incluso contratar servicios privados. Una gestión deficiente puede derivar en el cese del contrato.

La planificación del trabajo se realiza en forma anual y se cambia en función de los resultados analizados. La gestión es evaluada por organismos civiles, además de los policiales.

La idea del trabajo con la participación de la comunidad surgió como consecuencia de estudios académicos que marcaron un límite de la respuesta policial en prevención del delito y seguridad. Esas constataciones, junto a un presupuesto cada vez más ajustado, "obligó a pensar en maneras innovadoras para prevenir y combatir el delito", señaló Allen.


Control y confianza
Los controles tienen un nivel de exigencia inimaginable en la policía local. Los informes sobre la actuación policial incluyen un reporte de cada vez que utilizan la fuerza. Cuando un agente desenfunda el arma, aunque no la use, debe llenar un formulario que lo registra. Del mismo modo procede si utiliza el baritón, el gas "pimienta" o la fuerza física.

No completar esas fichas implica una falta disciplinaria muy grave con sanción correlativa. En 26 años de carrera policial, Allen - que es jefe departamental- contó que sólo apuntó contra personas en cinco oportunidades.

"La actitud general es llenar los formularios aún en los casos que parezca que no es necesario. La policía está orgullosa de la confianza pública, que los considera profesionales, de hecho, están entre las profesiones consideradas más confiables", señalaron.

El sistema se apuntala con el servicio de queja pública, que pone de manifiesto la disconformidad de la población con la actuación policial.

"Básicamente entrenamos a los oficiales para que utilicen niveles apropiados de fuerza y lo mejor que pueden hacer es resolver situaciones en base a sus cualidades de comunicación", señaló Know. "El 90 por ciento del trabajo es comunicación".


Salario e instrucción
Los agentes policiales tienen un salario similar al de un maestro o un enfermero y una jornada laboral de aproximadamente 12 horas diarias, con un promedio de 40 semanales. No tienen detenidos a cargo. El ingreso consta de test físicos, académicos y psicológicos. Deben tener estudios secundarios completos, aunque en la realidad más del 50% es universitario o completó el "College", que podría compararse a un terciario. Los aspirantes tienen 3 meses de instrucción académica, física y de uso de la fuerza y luego un contrato de entre 10 y 12 meses en los que salen acompañados de un oficial de apoyo, que los evalúa cada mes. Al término de ese plazo, el aspirante será evaluado por los jefes de destacamento y regional. Si son aceptados, tendrán una capacitación de 40 horas anuales, para "recalificación" con materias obligatorias por ley.

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Daryl Know, Marc Allen y Paul Kelly, de Ontario.

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