Buceo: Travesía en las profundidades

La costa atlántica, los lagos del sur, diques y embalses del país invitan a sumergirse para avistar la fauna y flora subacuática

Abrir los ojos debajo del agua y observar el paso de cientos de peces multicolores es una aventura fascinante, única, como extraída de un cuento fantástico. Cada vez son más las personas que se animan a bucear y descubrir el misterio de las profundidades. Para sumergirse no es necesario viajar al exterior, nuestro país posee sitios propicios para practicar este deporte. Comencemos la travesía con el impulso de las patas de rana.

En los últimos años el buceo creció notablemente. Todos coinciden en que Puerto Madryn es la meca del buceo local, debido a que ofrece uno de los mejores paisajes subacuáticos, con abundante fauna y fondos policromáticos.

El buceo encuentra un lugar propicio también en algunos rincones de la Patagonia, como el balneario Las Grutas, los lagos de Bariloche, Villa La Angostura, Villa Traful y Villa Pehuenia, por destacar sólo algunos en las provincias de Río Negro y Neuquén.

También vale la pena descender a las profundidades en Córdoba (Embalse Cerro Pelado), Mendoza (Embalse Los Reyunos), San Luis (Dique La Florida) y Corrientes (Esteros del Iberá).


Aguas lejanas
Para quienes tienen la posibilidad de viajar al exterior las opciones se extienden desde el sur de Brasil hasta los Cayos en Miami. Toda la costa atlántica es un paraíso submarino que aguarda ser descubierto por los buzos.

En la zona de la península de Yucatán sobresale la isla de Cozumel, el punto más buscado por la comunidad del buceo. Mientras que fuera de América las profundidades más preciadas son las de Australia, Malasia, el Mar Rojo y las islas Maldivas.

Las posibilidades abarcan desde acampar a orillas de un lago para realizar las inmersiones, hasta alojarse en un hotel frente al mar para salir a bucear embarcados. Además de la faz deportiva, el buceo es una interesante actividad social, donde los viajeros comparten sus experiencias y aventuras en un ambiente de saludable camaradería.


Curso y bautismo
El bautismo subacuático está al alcance de cualquier viajero dispuesto a descubrir el rico ecosistema acuático. El bautismo ofrece a cualquier persona que nunca tuvo contacto con un equipo de buceo realizar una corta visita a las profundidades guiado por un profesional.

Lo ideal antes de sumergirse en aguas abiertas es realizar un curso instructivo, que incluye conocimientos teóricos y prácticos. Cualquier persona a partir de los 12 años que goce de buena salud y una condición física normal puede practicarlo, pero antes de entrar al agua es necesario adquirir los conocimientos y destrezas que se imparten en los cursos.

Las clases de entrenamiento se realizan en cualquier época del año en natatorios climatizados, donde se desarrollan las técnicas y destrezas que luego serán aplicadas en una situación de buceo real en aguas abiertas.

En Rosario existe la posibilidad de realizar el curso por una tarifa aproximada de 280 pesos, con la provisión del equipo completo y un manual de estudio. Al término de las clases se entrega un certificado con validez internacional que permite bucear en cualquier lugar del mundo. Los interesados en obtener más información sobre el tema pueden visitar la página de Internet: www.aquadiver.com.ar, o comunicarse con el teléfono 4360327.


Bosques sumergidos
Con sus lagos de montaña, Bariloche es un lugar privilegiado para la práctica del buceo. La transparencia de sus aguas con temperaturas similares a las de Puerto Madryn, la convierten en uno de los mejores lugares del país para sumergirse.

La temporada ideal es entre septiembre y abril, época en la que se puede bajar tranquilamente con trajes húmedos completos. El paisaje de montaña se extiende bajo el agua mezclándose con truchas, percas, puyenes, cangrejos, caracoles, mantos verdes vegetales y paredes de piedra a pique.

Todos los buceos son de altitud (750 metros sobre el nivel del mar) y entre los más vistosos se encuentran los que podemos realizar embarcados en la Isla Gallina o desde la costa en los lagos Moreno y Nahuel Huapi.

Otro lugar que llama la atención a todos los buzos que visitan este rincón sureño es el bosque sumergido del lago Traful, pero está condicionado a la temporada de pesca, además del clima.

Cualquiera sea el lugar del sur elegido, todos tienen las mismas características: aguas transparentes, fondos rocosos y de arena, árboles y una variada fauna, que hacen de esta parte de la Patagonia un lugar digno de explorar.


Puerto Madryn, la meca submarina
De la mano con la variedad de deportes aventura que tienen cabida en Puerto Madryn el buceo cobró notable auge en los últimos años. Los puntos para sumergirse en esta zona de la provincia de Chubut son el Parque Punta Este, el Parque Nuevo, el naufragio Río de Oro, Punta Cuevas, el Parque Profundo y los naufragios Emma y Jorge Antonio.

Una de los lugares más recomendados es el buque sumergido Albatros, pesquero de aproximadamente 30 metros de eslora, intencionalmente hundido en el año 1998 para crear un punto de buceo cercano a la costa. Ideal para buzos avanzados, ya que el perfil de la inmersión obliga a descender entre 20 y 27 metros de profundidad según la marea.

En este caso la actividad consiste básicamente en navegar admirando la fauna que se encuentra bajo la proa y la popa, con abundancia de peces en la zona de gobierno del buque. La fauna típica submarina está compuesta por meros, sargos, turcos, salmones, cabrillitas, estrellas de mar, cangrejos, centollas, pulpos y gran variedad de mariscos.

Entre los sitios naturales para sumergirse están el parque Las Piedras, formado por dos restingas que se prolongan desde la costa hacia mar adentro, y se encuentran a 200 metros al norte del muelle Almirante Storni. En este punto se congregan los peces de cueva, pólipos, erizos, caracoles y lapas.


Embalse cordobés
El embalse de cerro Pelado, en Córdoba, es el lugar más visitado por los buceadores rosarinos. Se encuentra a escasos 420 kilómetros de nuestra ciudad y brinda condiciones agradables y seguras como para realizar cualquier tipo de inmersión.

Enmarcado entre la Sierras Grandes del valle de Calamuchita, el espejo de agua artificial tiene una superficie de 1.400 hectáreas. Con una embarcación se puede llegar a la isla que se encuentra en el centro del embalse, o a la desembocadura del río Grande, que presenta la mayor visibilidad del lugar.

El tipo de fondo combina arena, piedras y barro, donde crecen cerca de la costa bosques de algas llamadas elodeas, que proliferan en verano y disminuyen la visibilidad en los primeros 6 metros.

El atractivo del lugar reside en los esqueletos de árboles que yacen todavía en pie, y que forman parte del paisaje subacuático, además de las grandes piedras, caracoles y alguna vieja del agua o carpa solitaria que puede aparecer cerca de la vegetación.

En Rosario el curso de buceo cuesta 280 pesos.