Año CXXXV
 Nº 49.305
Rosario,
lunes  19 de
noviembre de 2001
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Incidentes, agresiones y un par de jugadores demorados
Tras el partido, Sergio Castillo y Mario Grana debieron declarar en la seccional 9ª

Elbio Evangeliste

Una tarde normal. Apenas un mal arbitraje de Fabián Madorrán, nada más que eso. Pero con el correr de los minutos todo se fue complicando y la tarde de fútbol terminó en un verdadero bochorno. Apenas finalizó el encuentro entre canallas y piratas, Marcos Ramacciotti, el hijo del entrenador de Belgrano, ingresó al campo de juego para agredir al árbitro y allí se produjo el primero de una serie de lamentables incidentes. La policía quiso detener al agresor y eso provocó la reacción de los jugadores de Belgrano. Supuestamente el hijo del DT habría querido increpar a Madorrán por la expulsión de Jorge Priotti y por la infracción de Daniel Quinteros sobre el arquero Juan Carlos Olave, en la jugada en la que el Negro logró el empate canalla.
El segundo round, apenas un par de minutos más tarde, tuvo como escenario el vestuario visitante, cuando la policía intentó ingresar al mismo para llevarse detenido a Marcos Ramacciotti. Otra vez la locura. La batahola entre la policía y los jugadores cordobeses vivía su segundo episodio, esta vez con la prensa como invitada.
Pero el hecho más lamentable fue el que se produjo cuando los dirigidos por Carlos Ramacciotti abandonaban el estadio y en el que el principal protagonista fue el defensor Cristián Castillo. Mientras el jugador se dirigía al micro, algunos hinchas de Central que se encontraban en el bar del estadio lo agredieron verbalmente -le recordaron la situación de Belgrano con el descenso- y esto provocó la inentendible reacción del jugador, quien fue corriendo hasta el lugar y con un golpe de puño rompió una de las ventanas, provocándole lesiones cortantes, principalmente en el rostro, a Cristián Cativiela.
Después de los hechos, Cativiela radicó la denuncia en la seccional 9ª -por daños y lesiones- y Castillo tuvo que presentarse a declarar. El defensor pirata, quien presentaba un corte en su brazo derecho, prestó declaración durante aproximadamente dos horas y cuando se retiró sólo atinó a decir "no voy a hablar".
La causa fue abierta en el juzgado correccional Nº 7, a cargo de Elena Ramón. Además de la denuncia de Cativiela y la declaración de Castillo también dieron su testimonio otras cuatro personas -Débora Rodríguez, Cristián De Bonis, María Eugenia Saz y Jéssica Bristel-, las que fueron citadas como testigos del hecho.
En tanto, el volante cordobés Mario Grana fue citado a declarar por una supuesta agresión a un policía en el momento en que Marcos Ramacciotti intentó agredir a Fabián Madorrán. Más allá de que Grana se disculpó con el policía, se le abrió una causa en su contra por agresión sin lesiones en el juzgado de faltas Nº 2 a cargo de Liliana Puccio. Además, fuente policiales informaron que Grana tendría que volver a Rosario a declarar el próximo viernes.
Finalmente, el plantel pirata fue custodiado por la policía hasta las afueras de la ciudad y pudo emprender su retorno a Córdoba alrededor de las 22.


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