Año CXXXIV
 Nº 49.261
Rosario,
sábado  06 de
octubre de 2001
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"Preocupa la restricción financiera en los países emergentes"
Los especialistas de la firma Grimaldi Grassi estiman que los problemas de crédito pueden afectar a países productores

Los especialistas del departamento de Análisis de Mercado de la corredora Grimaldi Grassi SA destacaron, entre las variables que se ponen en juego en la actual coyuntura económica internacional, los siguientes aspectos:
Freno al crecimiento económico mundial. La economía norteamericana podría sentir particularmente agravados los signos de recesión que ya mostraban antes de los atentados, generando una disminución del valor del dólar frente a otras monedas (euro, franco suizo, yen, etc.).
* Es importante mencionar que las ventajas que puede tener la desvalorización del dólar para las exportaciones Argentinas podrían ser compensadas en parte por el factor de convergencia, si esta caída se da frente a una revalorización del euro, y si la "convertibilidad ampliada" se mantiene.
* También las economías de otros países podrían verse dañadas, como por ejemplo la de los compradores europeos y del oriente medio. Esto podría generar un menor consumo de carnes, y por ende una menor demanda de forrajes (harina de soja, maíz, etc.).
Incremento del costo de fletes. Los dos grandes componentes del precio de los fletes son el combustible y el seguro del embarque. En cuanto a los seguros, el riesgo de que los buques se puedan encontrar en una zona de conflicto, hace que su valor (prima) se incremente. Respecto de los combustibles, debe tenerse en cuenta la volatilidad del valor del petróleo que, luego de los atentados, tuvo una suba importante, retomando luego a los niveles anteriores. Hay que tener en cuenta que los países miembros de la Opep tienen lazos estrechos con los países en disputa. Si bien en principio este organismo se comprometió a mantener bajos los precios del petróleo, pueden haber cambios en la posición de la Opep frente al enfrentamiento.
Bloqueos comerciales. Cuando se produjo la guerra del Golfo Pérsico, EEUU impuso restricciones a las exportaciones con destino a Irak e Irán, y solicitó a los países aliados que también impusieran tales sanciones. Argentina lo hizo y perdió un importante mercado de exportación por varios años. Esta situación se revirtió unas dos campañas atrás. Si bien por el momento EEUU no ha suspendido los planes de asistencia humanitaria a Afganistán, Pakistán o a otros países del Medio Este, no sería raro que se diera algún bloqueo comercial. Las ventas argentinas a los países en la zona de conflicto representan el 18% de las exportaciones argentinas de granos, el 13% de las de harina y el 49% de las de aceite. Existe un interrogante en cuanto a los posibles daños a la estructura productiva de diversos países. No solamente relacionados con eventuales enfrentamientos sino también a lo que podría ocurrir en el caso de que los terroristas utilicen armas químicas para perjudicar a EEUU o a los países que colaboren con ese país.
Necesidad de recomponer stocks. Luego de terminada la guerra fría, y eliminada la amenaza de guerra, la conducta de los países importadores de granos ha sido en general la de realizar compras puntuales para cubrir sus necesidades inmediatas de consumo. Ello implicó una reducción en los stocks de tales países y el incremento en la frecuencia de las compras, aunque con menores tonelajes por cada una de ellas. De esta forma los países compradores dejaron de financiar los costos de mantener stocks de granos.
* A partir de los atentados surge nuevamente la posibilidad de que los canales de comercialización se vean alterados. Es probable que la modalidad de abastecimiento cambie nuevamente hacia una recomposición de los stocks, generando un aumento en los volúmenes transados aunque con menor frecuencia en el ritmo de los negocios. En días posteriores a los atentados se conocieron compras importantes de Egipto e Irán que podrían ser encaminadas a tal fin.
Restricción financiera. Esta se daría fundamentalmente para países emergentes dependientes de la asistencia externa (entre otros Argentina, México, Brasil). Debe tenerse en cuenta que algunos de los insumos necesarios para el proceso agrícola se compran al exterior.
Debido a la falta de financiamiento podría ocurrir que la compra de estos insumos se vea dificultada, y por lo tanto que los mismos escaseen en el mercado interno, y entonces que o bien no se puedan adquirir o que al adquirirse insumos más baratos, tengan algún detrimento en la calidad de sus componentes. Todo esto implicaría una disminución en los rendimientos y por lo tanto en la producción.


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