Año CXXXIV
 Nº 49.210
Rosario,
jueves  16 de
agosto de 2001
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Relaciones peligrosas
El trasfondo político del conflicto AFA-Central

La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) puso a Rosario Central en el ojo de la tormenta y así lo hizo saber por diferentes vías, fundamentalmente por los medios de comunicación que comparten el negocio del fútbol. Pero resulta llamativa la insistencia que utilizó, ya que desde hace treinta días se encarga de mencionar al club de Arroyito como uno de los nominados al exilio.
De acuerdo con la información recogida por Ovacion de los diferentes sectores, incluido el plantel profesional canalla, la entidad auriazul no es un paraíso, pero tampoco la peor de todas.
Entonces, y de acuerdo con los antecedentes de la conducción afista, bien cabe preguntarse cuánto inciden las cuestiones políticas y determinados intereses en la valoración que realiza la gestión de Julio Grondona de las diferentes instituciones. Porque más allá de que en los clubes se cuecen habas, la mayor cocción se hace en el edificio de calle Viamonte.
Está claro que todo aquello que intente compartir, cuestionar o eludir el poder central sin previo acuerdo es motivo suficiente para desatar la ira y el castigo, más cuando siempre existen argumentos, ya que el fútbol argentino convive con la transgresión al reglamento.

Las causas de la discordia
Y en este contexto parece que Central deberá saldar no sólo deudas económicas sino también algunas facturas políticas. Entre las causas que existirían para exhibir al club rosarino como mal ejemplo estarían el haber presentado un equipo alternativo ante Racing por el torneo Clausura y el controvertido pase de Maximiliano Cuberas.
Con respecto a lo primero, que a priori se presenta como una cuestión ínfima, no resultó así, ya que generó un profundo malestar en la AFA que los directivos centralistas presentaran un escrito argumentando legalmente los motivos para evitar que regrese desde México parte del equipo titular -que se disponía a enfrentar a Cruz Azul por la Libertadores- para jugar ante Racing. No hay nada que fastidie más a los popes del fútbol argentino que se cuestione el orden establecido, por eso comentan que Grondona revoleó por el aire los papeles escritos por un abogado allegado a los canallas.
Pero el más controvertido tema es el relacionado con Cuberas. El defensor pasó al Toluca de México y lo habría hecho en condición de jugador libre en lo que respecta a lo formal, pero se habría tratado de una venta, ya que los derechos económicos eran propiedad de un grupo de inversionistas. Esto, que es muy frecuente en el ámbito futbolístico nacional, originó la bronca en la AFA porque no estaban notificados de esta operación y por ende la entidad madre se quedó sin el porcentaje que le corresponde por la transferencia.
Además, algunos sostienen que la llegada de Cuberas al club mexicano frustró la venta de Ariel Pereyra, ex defensor de Gimnasia y Esgrima La Plata (pasó a Colón), entidad que preside Héctor Domínguez, quien casualmente ocupa la tesorería de la AFA.

En defensa propia
Otro de los motivos que habría ofuscado a don Julio fue el cuestionamiento que le hicieron algunos directivos de Central sobre la política de distribución a los clubes de los fondos que aporta la televisión, como así el reciente reparto de los montos del crédito para resolver el conflicto con los jugadores, de los cuales a los canallas sólo les dieron un millón de pesos mientras otras entidades de Buenos Aires se llevaron una mayor oxigenación financiera.
Si bien es verdad que Central cometió errores políticos y por tal motivo debió iniciar una reestructuración, en la sede de calle Mitre coinciden en apuntar que pecaron de ingenuos al presentar los números reales de los contratos con los futbolistas, "porque nadie puede creer que Colón sólo le haya pagado a Cristián Castillo una cifra mensual de 1.500 dólares".
Aunque las autoridades centralistas prefieren mantener un bajo perfil con relación a esta actitud de la AFA, y apelan al diálogo para resolver el conflicto político, aseguran con resignación: "Nos están cobrando algunas facturas, y está claro que si nos quieren matar nada podrá impedirlo, a pesar de haberle pagado al plantel todo lo que se nos exigía y de estar mucho mejor que otros clubes". ¿Qué le podría pasar a Central? Entre las sanciones previstas está desde la desafiliación transitoria (con quita de puntos) hasta la pérdida de la categoría.
En este sentido, parte de la razón les asiste a las autoridades canallas, porque en el fútbol argentino conviven clubes como Racing, Huracán y Newell's, que enfrentan convocatorias de acreedores, y otros que tienen deudas mayores, como Independiente, San Lorenzo y Vélez, lo que refleja que la AFA no mide a todos con la misma vara.


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