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 miércoles, 14 de noviembre de 2007  
Antes de morir baleado frente a La Carpita identificó a su agresor
A Daniel Margarone le tiraron el domingo en Junín e Iguazú desde un auto en movimiento. Agonizando le dijo a su hermano el nombre del asesino, vinculado a la barra brava de Central

Minutos antes de morir por el disparo que recibió desde un auto en movimiento, Daniel David Margarone alcanzó a pronunciar ante su hermano el nombre de su homicida. Y el muchacho, hundido en el dolor que le provocó la muerte de su hermano, se lo dijo ayer a la policía y al juez que investiga la causa. Así, el crimen con oscuros móviles que se cometió la tarde del domingo frente al club Deportiva Unión Central de Junín e Iguazú, y conocido como La Carpita, parece encarrilarse hacia la hipótesis que todos los pesquisas sostienen en voz baja: una reyerta entre barrabravas de Rosario Central.

Todo se desencadenó alrededor de las 16.30 del domingo pasado frente al mencionado club del barrio Industrial, un lugar frecuentado asiduamente por Andrés Pillín Bracamonte y otros integrantes de la barra brava canalla. Margarone, de 30 años, estaba frente al local cuando desde un auto le dispararon un balazo calibre 9 milímetros que le atravesó el abdomen. El hecho fue presenciado por algunos testigos ocasionales y por el hermano de la víctima, quien en ese momento llegaba caminando al lugar para encontrarse con su familiar.

Alertado por el estampido, Marcelo Margarone corrió hasta donde su hermano se había desplomado y lo vio en un charco de sangre. Al mismo tiempo alcanzó a observar cómo el auto en el que iba el autor del disparo huía a toda velocidad.

La acusación.
Mientras esperaban la ambulancia y desde el piso Daniel alcanzó a murmurar algunas palabras. “Fue Luciano”, le dijo a su hermano quien enseguida supo de quien se trataba y esperó hasta ayer, tras darle sepultura a Daniel, para contárselo a la policía y al juez Alfredo Ivaldi Artacho, a cargo de la causa.

¿A quién se refirió Daniel en sus últimos minutos de vida? Fuentes policiales confiaron a La Capital que no caben dudas de que se trata de Luciano Molina, un joven vinculado a la barra brava de Rosario Central, aunque en un sector diferente al que comanda Andrés Pillín Bracamonte, y que días antes del episodio había amenazado a Marcelo desde el interior de un auto de color blanco. “Vos vas a tener tu vuelto”, le dijo el supuesto homicida al hermano de quien finalmente fue su víctima.

Idas y vueltas.
Molina vive en Perdriel y Unión y el 9 de octubre pasado el frente de su casa fue baleado por desconocidos en otro hecho que la policía vinculó a la interna de la barra. Tras ese ataque, el joven hizo declaraciones en distintos medios periodísticos y sostuvo que estaba en desacuerdo con los manejos que Pillín estaba haciendo. Incluso le atribuyó la autoría intelectual de la agresión contra su propiedad.

La venganza contra Molina no demoró en llegar. El 20 de octubre, un grupo de seguidores de Bracamonte y otro de amigos de Molina se encontraron a una cuadra del Gigante de Arroyito, horas antes de que Central y Vélez jugaran un partido del torneo. Entonces, tanto Molina como su hermano terminaron heridos a puñaladas e internados en el Hospital Alberdi.
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El club de Junín e Iguazú, conocido como La Carpita, fue escenario de un operativo antidrogas en el año 1999.


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