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miércoles,
14 de
noviembre de
2007 |
Italia: miles de personas en el entierro del hincha muerto a tiros
Roma.- Millares de aficionados al fútbol de toda Italia dieron hoy el último adiós al seguidor de Lazio, Gabriele Sandri, muerto por un tiro de la policía, en el funeral celebrado en Roma.
La ceremonia para Sandri, de 26 años, en la iglesia San Pio X en el barrio romano de Balduina, comenzó con una larga ovación cuando el ataud llegó al templo con tiempo lluvioso.
Asistieron a la ceremonia el ministro de Infraestructura, Antonio Di Pietro, el alcalde de Roma, Walter Veltroni, representantes de la Federación Italiana de fútbol, del Comité Olímpico nacional, así como casi el equipo completo del Lazio. Veltroni abrazó a los padres y al hermano de la víctima.
Montañas de ramos y ofrendas florales se amontonaron ante la iglesia con un aforo para 900 personas con asiento, pero que dio cabida a más de 2.000 aficionados al fútbol y amigos. Otros millares se agolparon ante las puertas del templo.
En su prédica, el párroco Paolo Tammi exhortó a los aficionados al fútbol a renunciar a la violencia. “Sin duda hay algo enfermo en el fútbol, pero para Gabriele era un trozo de vida. Gabriele no era violento, sino suave y pacífico”, dijo el clérigo.
Hasta poco antes de la ceremonia, los aficionados tuvieron ocasión de rendir el postrer tributo a los restos mortales de Sandri en la capilla ardiente. El aficionado del Lazio murió el domingo por el disparo de un policía en un área de descanso de una autopista, cerca de Arezzo. Por la noche estallaron violentos disturbios protagonizados por “hooligans” italianos en varias ciudades del país.
“Esperamos un entierro en calma”, dijo hoy el ministro del Interior, Giuliano Amato, que advirtió al mismo tiempo de que no consentiría que se produjeran nuevos desórdenes después de los funerales.
Las fuerzas de seguridad en Roma no se limitarán como en los recientes disturbios a “calmar la situación”. En los incidentes de la noche del domingo, la policía, según palabras del ministro, “no respondió a la guerrilla para evitar un baño de sangre”.
Aficionados de Milan, Sampdoria y Livorno viajaron también a Roma para asistir al entierro. La tienda de ropa del aficionado baleado fue en los pasados días punto de peregrinación de millares de personas.
El policía que disparó se halla bajo sospecha de homicidio por imprudencia. Según dijo, la pistola se le disparó cuando corría detrás del vehículo del fallecido y sus compañeros, a los que había sorprendido peleándose con hinchas de un equipo rival.
Hasta hoy, la policía detuvo a 22 hinchas violentos. Para los aficionados, el agente es un asesino. “Vas a morir”, pintaron desconocidos por las calles de Roma. Y en Internet se leen mensajes de venganza: “Cien de ustedes por uno de nosotros”.
Entretanto, los futbolistas profesionales rechazan cada vez con mayor vehemencia a los “hooligans”. “No queremos criminales en los estadios”, advirtió al completo el equipo del Atalanta en una carta abierta a los fanáticos, que el domingo forzaron la interrupción del partido contra el Milan.
También el capitán de la selección, Fabio Cannavaro, exhortó a resistir a los auténticos aficionados, a la Federación y a los políticos. “Hagan algo de inmediato, de lo contrario las estrellas se irán al extranjero”, dijo el central del Real Madrid, que confesó sentirse “afortunado” por no jugar en Italia.
De todos modos, el campeón mundial se mostró también autocrítico: “Nosotros tenemos también la culpa porque con ciertos aficionados hay excesiva camaradería”.
La Unión Europea de Fútbol Asociado (Uefa) mira a Italia cada vez con ojos más críticos. “Pongan freno a esa gente que toman el fútbol como rehén”, exigió el presidente de la organización, el francés Michel Platini.
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Fotos
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Multitud de hinchas, en su mayoría de Lazio, acompañan el féretro de Gabriele Sandri.
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