Alemania: histórico paro de los maquinistas de trenes de mercancias

Fráncfort.- Los maquinistas alemanes iniciaron hoy la mayor huelga en la historia de la empresa estatal de ferrocarriles alemanes Deutsche Bahn, a la que pretenden presionar para poner fin al conflicto salarial que se alarga desde el verano (boreeal).

Los paros de hoy sólo están afectando a los trenes de mercancías, pero el sindicato de conductores de trenes GDL, que agrupa a la mayoría de los 20.000 maquinistas empleados en Deutsche Bahn, ya anunció que a partir de las 2 (00:00 GMT) del jueves también bloqueará el tráfico de trenes de pasajeros, tanto de suburbanos, cercanías como de larga distancia. La huelga durará un total de 62 horas, hasta la madrugada del sábado.

“Todo marcha según lo previsto”, recalcó al inicio de los paros un portavoz de GDL. Se espera que esta noche, el tráfico de mercancías quede totalmente bloqueado en Alemania oriental, donde GDL tiene una fuerte presencia. Por ese motivo Deutsche Bahn ha suspendido la recepción de mercancías en esa zona.

La patronal, que está dispuesta a hacer frente a GDL, que amenaza con una huelga indefinida en caso de no ver satisfechas sus exigencias, anunció hoy que el jueves y el viernes los pasajeros podrán contar con unos servicios mínimos.

Al menos, dos tercios de los trenes de largo recorrido, la mitad de los trenes regionales y entre el 20 y el 50 por ciento de los de cercanías funcionarán con relativa normalidad durante las 42 horas de huelga de trenes de pasajeros, indicó hoy un portavoz de Deutsche Bahn. Además de ello, la empresa estatal pondrá a disposición de sus clientes unos 450 autobuses.

Sin embargo, la patronal está segura de que la huelga afectará en diferente medida a las distintas regiones alemanas. Así, el oeste resultará menos perjudicado que la parte oriental del país. En Baviera, por ejemplo, se estima que la mitad de los trenes de cercanías podrán circular, mientras que en los estados orientales de Berlín, Brandemburgo y Mecklemburgo-Vorpommerania, los pasajeros sólo podrán utilizar probablemente el 10 por ciento de los ferrocarriles.

Tanto la economía como la industria y el gobierno alemán alertaron hoy de las graves consecuencias que tendrá para el país esa medida de fuerza, que afectará a cientos de miles de pasajeros, y que repercutirá en aeropuertos, puertos marítimos fluviales, así como en calles, rutas y autopistas del país.

La canciller alemana, Angela Merkel, llamó al sindicato GDL a ejercer “su responsabilidad” y respaldó claramente al presidente de Deutsche Bahn, Hartmut Mehdorn.

“Una huelga de un pequeño grupo profesional y de tanta duración en irresponsable”, criticó por su parte la Asociación de la Industria Alemana (BDI). (DPA)