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 miércoles, 14 de noviembre de 2007  
Un fisicoculturista muere tras descomunal ingesta
Diego Zilli ingirió 19 comidas y 14 postres y sufrió un paro luego de ganar un torneo en Bariloche

El fisicoculturista santafesino Diego Zilli murió anteayer en la ciudad de Bariloche luego de ingerir 19 platos de comida y 14 postres en un restaurante de tenedor libre y de inyectarse insulina, algunas horas después de haber ganado en su categoría y de terminar segundo en la tabla general del Gran Prix de la especialidad que se desarrolló el fin de semana.

De acuerdo a fuentes del Hospital Zonal Ramón Carrillo de la ciudad de Bariloche, Zilli falleció tras sufrir un paro cardiorrespiratorio provocado por una “enorme indigestión”, que sufrió luego del torneo.

Broncoaspiración.
A la madrugada el docente se descompuso en un hotel, comenzó a vomitar y parte de esa comida la broncoaspiró y quedó alojada en sus pulmones, lo que agravó su cuadro. Eso desencadenó un paro y su corazón no lo soportó.

El propio titular del hospital señaló como una “práctica habitual” en la actividad la ingesta de medicamentos no recetados como en este caso la insulina, sumado a la comida en abundancia.

Zilli ingresó al hospital con un cuadro de “coma hipoglucémico”, según confirmaron desde el centro de salud, y falleció minutos después de haber ingresado a la sala de terapia intensiva.

El director del hospital, el médico Felipe de Rozas, señaló ayer que el fisicoculturista llegó con un cuadro leve pero inmediatamente sufr ió una descompensación producto de una “comida copiosa y posterior inyección de insulina, que se había aplicado sin ser diabético”.

La insulina es utilizada para aumentar la masa muscular y su uso es considerado fuera de lo normal.

La última cena.
¿Cómo llegó a ese estado? Según señalaron sus allegados, Zilli “se dio un atracón de comida” y eso lo llevó a la muerte. Desde la organización del Gran Prix se reveló que en un tenedor libre de Bariloche el atleta probó 19 variedades de comidas y 14 postres.

La muerte de este joven de 30 años, profesor de educación física de una escuela rural de Cipolletti, preceptor en un colegio secundario y enamorado del culturismo desde hace una década, provocó un fuerte cimbronazo en la actividad.

La noticia encendió la polémica: algunos personalizan el hecho y hablan de una “irresponsabilidad” de Zilli, otros apuntan contra la disciplina.

Así, la insólita muerte del fisicoculturista santafesino Diego Zilli enlutó al deporte nacional.
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