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lunes,
12 de
noviembre de
2007 |
El calcio en llamas
La duodécima jornada de la Liga italiana se vio ayer empañada por la muerte de un hincha de Lazio a manos de la policía, antes del encuentro frente a Inter. Esto originó la suspensión de tres partidos tras choques entre hinchas enfurecidos y agentes de seguridad, exaltados por el fallecimiento del tifosi de Lazio.
La muerte del hincha de Lazio Gabriele Sandri en una estación de servicio de Arezzo, horas antes del partido de su equipo como visitante de Inter, que luego fue suspendido, fue la chispa que encendió la mecha de la violencia.
El fallecimiento de Sandri fue por un disparo de un policía horas antes del partido, lo que provocó disturbios en casi todos los estadios, con enfrentamientos entre efectivos policiales e hinchas.
De poco sirvió la medida de suspender Inter-Lazio, que el resto de los partidos de la jornada comenzara con diez minutos de retraso y que jugadores y árbitros entraran con brazaletes negros.
Aficionados “ultras” quisieron tomar justicia por mano propia contra la policía y protagonizaron peleas en varios estadios, al grito de “asesinos, asesinos” dirigidos contra las fuerzas de seguridad. El jefe de policía de Roma decidió suspender Roma y Cagliari. Afuera del estadio Olímpico, un grupo de hinchas romanos, armados con barras de metal chocó con los efectivos e invadió y copó por unas horas un destacamento policial. l
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