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lunes,
12 de
noviembre de
2007 |
Viajeros del Tiempo
Rosario 1905/1910
Guillermo Zinni / La Capital
Bandoleros antropófagos. De la localidad pampeana de General Roca se informa que fueron detenidos los indígenas bandoleros chilenos que asolaban la región. Se ha comprobado que esos criminales cometieron antropofagia sugestionados por los dichos de la mujer Antonia Goyche, curandera que los indígenas consideraban como bruja o adivina y a la que seguían al pie de la letra sus instrucciones para preservarse de todo daño o enfermedad. Dicen que la adivina les aconsejó comer carne de cristiano porque era buena para todo mal y que hasta les evitaría ser descubiertos. Por esto, también guardaban disecadas partes de cuerpos humanos, a las que engullían cuando se sentían perseguidos. En un principio se consideraba exagerado acusar de canibalismo a esos sujetos pero al confirmarse la verdad se los justificó como actores inconscientes de la sugestión de la adivina. No obstante estos arrestos, muchos bandoleros lograron huir a la frontera chilena, dejando abandonados muchos elementos robados y las haciendas que la premura no les permitió llevar. (1910)
Dos guapos del 900. Ayer estuvo de parabienes la jefatura política de nuestra ciudad ya que se logró detener al guapo Orlando y al pardo Augusto, dos conocidos lunfardos que tenían a maltraer a las fuerzas del orden. El primero pudo ser apresado gracias a los gritos de Ernestina Núñez, una mujer con la que hacía vida marital en un cotorro de la esquina de 3 de Febrero y La Plata, y a la que el guapo, enojado quién sabe por qué, le dió un “beso” con su navaja en el labio superior. El pardo Augusto, por su parte, uno de los ladrones más célebres del Rosario y cuyo nombre completo es Augusto Díaz, fue detenido por los empleados de investigaciones Juan Ríos y Ventura Farías en la esquina de Güemes y Balcarce bajo circunstancias que aún nos son desconocidas. (1910)
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