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lunes,
12 de
noviembre de
2007 |
La destacada: Espera interminable
Hace unos días, en este diario, los empresarios del transporte urbano de pasajeros comenzaron su campaña para solicitar un aumento en las tarifas. No se sabe si es estrategia o mal asesoramiento, pero desde hace algunas semanas el servicio está peor que nunca. Es insostenible que un usuario tenga que esperar más de diez minutos la llegada del coche necesario para transportarse en horas diurnas. Sin ir más lejos, el viernes pasado, quien firma esta carta estuvo más de quince minutos en la esquina de Urquiza y Entre Ríos, a las 18.30, y no pasó ni un solo colectivo en ese lapso, y son más de cinco líneas las que pasan por allí. Y no había interrupción alguna de la circulación en calle Mitre. La cantidad de veces que me he tenido que tomar un taxi porque el colectivo no llega casi exige una retribución por parte de los empresarios. Esta situación lamentable del transporte urbano en nuestra ciudad necesita una discusión seria. Ya estamos acostumbrados (y cansados) de empresarios llorones que siempre se quejan porque no obtienen ganancias. Los perjudicados somos los usuarios que pagamos por un servicio caro y deficiente y encima subsidiado. El transporte urbano no debe estar en manos de privados pues no da ganancias porque es un servicio público. Tan sólo no debe dar pérdidas. El Estado puede garantizar un servicio eficiente y económico, siempre y cuando no haya corrupción en el medio. Y si los empresarios se quejan, ya tienen suficiente capital como para instalar una cadena de quioscos.
Gustavo Alberto Rosa
DNI 16.536.260
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