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sábado,
29 de
septiembre de
2007 |
Afganistán: treinta muertos al explotar un ómnibus del ejército
Kabul- Un atacante suicida vestido de militar se inmoló mientras intentaba abordar un autobús del ejército en la capital y mató a por lo menos 30 personas. Horas más tarde, el presidente afgano ofreció reunirse personalmente con el líder del Talibán para negociar la paz y darle a los milicianos un puesto en el gobierno.
La mayoría de los muertos de la explosión causada por el atacante suicida eran soldados, dijeron las autoridades.
Reforzando el llamado a negociaciones que se efectuado varias veces en las últimas semanas, el presidente Hamid Karzai expresó que deseaba reunirse con el líder del Talibán, el Mulá Omar, y con el caudillo y ex primer ministro Gulbuddin Hekmatyar.
“Si encuentro su dirección, ellos no necesitan venir a mi. Iré personalmente allí y me pondré en contacto con ellos”, dijo Karzai. “Estimado mulá, señor, y estimado Hekmatyar, señor, ¿por qué están destruyendo el país?”.
Karzai busca así una forma de terminar con la creciente insurgencia en Afganistán.
El mandatario manifestó que mantiene contactos con milicianos del Talibán a través de ancianos tribales, pero aclaró que no existen canales de comunicación directos ni abiertos entre el gobierno y los combatientes.
“Si un grupo de (rebeldes de) el Talibán viene y me dice: 'Presidente, queremos un departamento en esto o aquel ministerio, o queremos una posición como viceministro ... y no queremos combatir más' ... Si me hicieran una demanda y un pedido como ese, lo aceptaría porque quiero que terminen los conflictos y enfrentamientos en Afganistán”, expresó Karzai.
A comienzos de mes Karzai renovó un llamado a negociaciones con el Talibán, y un portavoz del grupo de milicianos en un principio dijo que los combatientes estarían abiertos a negociar. Pero el portavoz Qari Yousef Ahmadi expresó posteriormente que primero deben salir del país los soldados extranjeros, una demanda que Karzai dijo el sábado que no cumplirá.
“Debe quedar en muy en claro que hasta que todas nuestras carreteras estén pavimentadas, hasta que tengamos buena electricidad y buena agua, y también hasta que tengamos un mejor ejército nacional y una policía nacional, no quiero que ningún (soldado) extranjero salga de Afganistán”, dijo.
Indicó que estaba en favor de negociaciones con los militantes del Talibán de origen afgano para lograr “la paz y la seguridad”, y descartó un diálogo con combatientes de al-Qaida y otros grupos extranjeros.
Por otra parte, el Talibán se atribuyó la responsabilidad del ataque suicida.
La explosión, que dejó además 30 heridos, arrancó el techo del autobús y destruyó sus costados. El vehículo quedó convertido en un esqueleto de metales retorcidos y requemados.
Un presunto portavoz del Talibán, Zabiulá Muyahid, dijo que la milicia se responsabilizaba por el atentado, en un mensaje enviado a The Associated Press. Muyahid dijo que el dinamitero era un residente de Kabul, llamado Azizulá.
El autobús se había detenido frente a una sala de cine para recoger a los soldados, cuando un dinamitero vestido de militar trató de subir, aproximadamente a las 6.45, dijo el portavoz del ejército, General Mohamad Zahir Azimi.
Decenas de civiles y agentes policiales acudieron al lugar y buscaban recuperar los cadáveres. Varios negocios aledaños quedaron destruidos. (AP)
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El atentado al ómnibus militar dejó un saldo de 30 muertos.
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