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sábado,
29 de
septiembre de
2007 |
“No nos quedamos agarrados de una fórmula exitosa”
Los Piojos presentan su nuevo CD “Civilización” hoy en el Hipódromo. Andrés Ciro habla del parate de varios años de la banda
José L. Cavazza / Escenario
Por alguna calle de Buenos Aires Andrés Ciro maneja su coche y empieza a hablar con Escenario. Estaciona como puede, a la sombra de un árbol. No es fácil, dice. Claro, es mediodía en la city. El tema de la charla: el disco “Civilización” de Los Piojos, que la banda de El Palomar presentará en vivo hoy a las 20, en el Hipódromo.
La tapa ciliconada del CD sorprende: ¿una teta gigante, un planeta con pezón explotado, un mundo hecho teta? A Ciro no le gusta demasiado explicar la imaginativa portada o tampoco sabe bien de qué se trata. En todo caso, prefiere dejar que los demás interpreten lo que quieran. Sólo hace falta una dosis de morbo y una pizca de imaginación. Encima, el disco larga con “Manjar”, un funky erótico que parlotea “a punto estás mi amor./ Que te voy probando/ que te vas sintiendo/ que te voy besando/ que me vas mordiendo/ que te voy cortando”. Ciro acota: “Esa canción surgió de la fantasía de comerse a una mujer. ¡Quién no la tuvo alguna vez! Aunque también esa letra tiene que ver con la historia de este alemán que se morfó al amante”.
“Civilización” —noveno trabajo en la discografía de Los Piojos, séptimo hijo de estudio— fue gestado en la quinta-sala de ensayo de Paso del Rey, bajo la supervisión de Pablo Guyot y Alfredo Toth. El álbum es el sucesor de “Máquina de sangre”, editado en noviembre del 2003. En suma cuatro años sabáticos para la banda. “Decí que participé en unos cuantos shows. Me invitaron los Ratones, Kapanga, la Bersuit, Calamaro... y con eso pude zafar un poco de la nostalgia por el ritual”, cuenta el vocalista y luego explica cómo fue ese largo tiempo de espera: “Fue un largo tiempo sin ninguna garantía de volver a tocar juntos, que sirvió para que cada uno tuviera la libertad de arrancar para el lado que quisiera. Por suerte, pudimos volver, y eso permitió una apertura mayor y un cambio de ángulo”. También reflexiona Ciro que “Civilización” no fue grabado como los demás discos y eso se debió también al “largo tiempo de espera”. “Salimos —dice— de esa mecánica de grabar un disco, salir de gira, grabar otro disco... Esta vez tuvimos un tiempo mayor para componer, ensayar y madurar como banda. Eso sí lo creo, al fin, la banda maduró”.
El estreno del disco fue un sorpresivo recital con un escenario móvil en la esquina porteña de Corrientes y Maipú, tras una caminata con los fans iniciada en el Obelisco. Ciro, que no le gusta demasiado hablar, dice que prefirió ese desfile a una rueda de prensa.
Está escrito: Andrés se levantó de la cama con una melodía de Manu Chao en la cabeza y, como pudo, la grabó inmediatamente en su teléfono celular. En plena modorra y envuelto en una cobija nació “Civilización”, el tema que dio nombre al álbum. “De entrada, hubo muy buena onda con Manu. El estuvo en nuestra quinta y se ofreció para publicar el disco nuevo a través de nuestro sello. Sus influencias pueden llegar a tocarnos en algún tema... y está bien”.
Si alguien le dice a Andrés Ciro que “Civilización” no se parece a ningún disco anterior de Los Piojos, él entiende que eso es bueno. “De todos modos, la gente siempre comentó que cada disco de Los Piojos fue distinto al anterior —añade—. Y es bueno porque creo que tiene que ver con una búsqueda permanente, con que no nos quedamos agarrados de un tema que anduvo bien o no dependemos de una fórmula exitosa. Así es más entretenido estar en una banda de rock”.
También, al cantante le parecieron llamativos los comentarios que señalan que hubo grandes cambios en los arreglos instrumentales y en la producción. “Por ejemplo «Verde paisaje del infierno» fue un disco distinto. Otro estudio de grabación, un técnico diferente y hasta otro baterista en la banda tuvimos aquella vez. En este disco, en cambio, tuvimos los mismos productores, el mismo estudio y hasta el mismo ingeniero... No hubo grandes cambios. Seguramente, la banda maduró, pero no sé qué hizo la diferencia...”
“Unbekannt” es un rock distinto. Parece surgido del ricotero “Ultimo bondi a Finisterre”. “Heavy faso en Sankt Pauli/ Peter y sus chinas van por ahí”, canta, enimágtico como nunca, Ciro. “Unbekannt quiere decir desconocido en alemán. Yo estaba en Alemania y me apareció esa palabra y me pregunté “¿qué carajo es unbekannt?”. Ciro viajó a Alemania en 2006 para cubrir el Mundial de Fútbol para la Rock & Pop. “La palabra —sigue— aparecía en las llamadas al teléfono del hotel cuando se trataba de un desconocido. Acá en Argentina salgo de mi casa y todo el tiempo estoy firmando autógrafos o sacándome fotos con la gente, en cambio esos días que pasé en Alemania era un total unbekannt. Un país extraño, con gente muy educada... pero de repente quince días allí... De ese país de tipos silenciosos y tan formales nació una canción como «Unbekannt»”.
Al fin, Ciro anticipa que están trabajando con una puesta en escena nueva, que incluye una gran pantalla de proyección. “Creo que el disco está bueno para tocar en vivo, y que ese traslado al escenario de estas canciones no va a ser difícil”, dice un segundo antes de abandonar la placentera sombra del árbol y entrar otra vez al infierno de cemento.
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Los Piojos presentan nuevo disco.
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