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miércoles,
26 de
septiembre de
2007 |
Dos detenidos por un secuestro
Buenos Aires.— Los delincuentes que mantuvieron secuestrado durante 26 días al empresario Franco Andreola, por quien se pagaron 200 mil dólares de rescate, utilizaban un distorsionador de voz para comunicarse con su víctima para que no pudiera reconocerlos. Sin embargo, algunos detalles no fueron tenidos en cuenta por la banda y ayer fueron apresados un hombre y una mujer que usaron teléfonos celulares para las llamadas extorsivas.
De acuerdo con la declaración que el empresario brindó ante el juez federal Ariel Lijo, los captores lo mantuvieron los 26 días en el mismo lugar, encadenado a una cama y sin vendas. Aseguró que la habitación estaba en penumbras, pero que le hacían un “guiño de luces” con una linterna y él en ese momento sabía que no debía mirar porque le iban a hablar. Entonces, los captores le empezaban a dar indicaciones, pero utilizando un distorsionador de voz para que el cautivo no pudiera reconocerlos.
Por otra parte, detectives de la División Antisecuestros de la Policía Federal detuvieron a un hombre en Quilmes y a una mujer en Capital Federal. Se trata de Víctor Hugo Sosa y Claudia Gómez, quienes no tendrían ninguna vinculación entre sí. Sosa es dueño de un local de venta de celulares que desde cinco días antes del secuestro tenía en su poder un teléfono que luego se utilizó para las negociaciones con la familia del secuestrado. La mujer, por su parte, está embarazada de siete meses y tenía en su poder uno de los teléfonos móviles que los secuestradores les robaron a los empresarios que la noche del 29 de agosto compartían un asado con Andreola cuando fue capturado. (Télam)
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