Suspendieron la asamblea universitaria por incidentes

Se alcanzó a incluir el ingreso libre. Una lluvia de insultos impidió su desenlace

Lucas Ameriso / La Capital

Arrancó bien pero terminó mal. La asamblea universitaria debió interrumpirse ayer tras los incidentes que protagonizaron estudiantes de izquierda, quienes impidieron el desarrollo del encuentro justo cuando se debatía la difusión de los balances de las cooperadoras y fundaciones que recaudan fondos para las facultades de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Según indicó el propio rector de la casa de estudios, Darío Maiorana, “se convocó al orden en cinco oportunidades, pero frente a la lluvia de insultos hacia el decano de Arquitectura, Héctor Floriani, se pasó a un cuarto intermedio sin plazos establecidos”.

Tanto el claustro académico como la conducción de la Federación Universitaria de Rosario (FUR) condenaron las actitudes “antidemocráticas e intolerantes” que provinieron de las agrupaciones Alde y Santiago Pampillón. Los estudiantes recogieron el guante y acusaron a los directivos de la UNR de pretender “quedarse con el control de los fondos para rentar militantes o pagar favores políticos”.

Sin restricciones.
La asamblea comenzó a las 10 en el aula magna de Ingeniería (Pellegrini 250) con el ingreso de 252 sobre 276 asambleístas que dieron el quórum necesario.

Tras el pase a comisión de algunos temas pendientes, se pasó a reformar tres artículos de la carta magna de la UNR. Así, se estableció que la enseñanza “es gratuita para todo ciudadano que haya concluido el ciclo anterior y tendrá derecho de ingresar a la misma”.

Y a renglón seguido se acordó que “no existirán en las facultades cupos, ni exámenes que restrinjan la posibilidad de los estudiantes a ingresar al cursado como regular de una carrera universitaria”.

El tercer punto resuelto antes de los incidentes fue la creación de “políticas de bienestar estudiantil, como becas, servicios de salud, comedores, transporte y alojamiento, a fin de garantizar la igualdad de oportunidades entre todos los estudiantes”.

Incidentes.
Pero para sorpresa de muchos docentes y académicos el clima de consenso se interrumpió abruptamente hacia las 14, cuando se debatió en torno a las unidades de vinculación tecnológica. Se plantearon dos posturas. La del decano de la facultad de Ciencias Económicas, Javier Ganem, quien propuso que los consejos directivos y el Consejo Superior puedan considerar los balances de las organizaciones y la divulgación pública de los estados contables. En cambio, la propuesta de la izquierda estudiantil busca que las autoridades del cogobierno de las facultades administren esos recursos junto a las cooperadoras.

A partir de allí, comenzaron los insultos desde la tribuna. El punto de máxima ebullición se registró cuando pretendió hacer uso de la palabra el decano Floriani. “Llamé al orden en cinco oportunidades pero persistían los gritos e insultos y tras 20 minutos consulté a los asambleístas y se decidió suspender el encuentro, hasta que el Consejo Superior defina cuando retomarlo”, resumió Maiorana.

El rector calificó de “antidemocráticos e intolerantes a los miembros de la Agrupación de Lucha por los Derechos de los Estudiantes (Alde) que insultaron a Floriani”.

Justamente el decano de Arquitectura llamó a “soportar la diferencia” a quienes “se llenan la boca de democratización y no toleran una palabra distinta”. En esta línea, el arquitecto aclaró que resulta imposible por cuestiones jurídicas convalidar una administración entre facultades y cooperadores.

Sobre las primeras modificaciones al estatuto, Floriani se mostró satisfecho con el cambio estatutario. “No hay que dar por el pito más de lo que el pito vale”, resumió el catedrático al minimizar los incidentes de ayer.

Por su parte, el consejero superior estudiantil Andres Matkovich, por Santiago Pampillón, explicó que la reacción se produjo “ante el avasallamiento de lo acordado el 26 de junio para tener la plata que recaudan las facultades en sus manos”. Sobre las razones de esta situación, Matkovich dijo que “no se sabe si es para rentar militantes o pagar acuerdos por el voto de un docente”.