Abrir los ojos

El célebre músico y artista contemporáneo John Cage dijo alguna vez: "Hay que abrir los ojos a la realidad que nos toca vivir". Por cierto la realidad es dinámica y multiforme, compleja y contradictoria. Pero aun así ciertas líneas de continuidad y discontinuidad son claramente perceptibles. La continuidad de los opresores, como bien marcaba Walter Benjamín, y la persistente rebeldía de los pueblos, muchas veces acallada por la polifónica divulgación de banalidades. En efecto, nos toca vivir en un mundo peligroso, gobernado por racistas y fanáticos, tan bien retratados por Michael Moore en su Fahrenheit 9/11. Las palabras de Bush y su cohorte, sumadas a los dichos de los jerarcas del Estado francés, intranquilizan por el anuncio de la guerra nuclear. No sólo son palabras, los muertos y torturados de Irak no son metáforas, los asesinados en Sudán, Afganistán, los indios del Chaco aniquilados por un sistema de injusticias crónicas. Todo esto le otorga al enunciado de Cage vigencia y el carácter de una exhortación a la lucidez indispensable y a la esperanza colectiva a construir.

Carlos A. Solero