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lunes,
24 de
septiembre de
2007 |
Tiro alcanzó la base del despegue
Javier Parenti / La Capital
Cuando el cabezazo de Garnier le dio destino de gol a la pelota el reloj estaba por llegar a la media hora de juego. Era el premio al mejor andar tirolense, la diferencia que debía reflejar en el marcador para que no aparecieran los fantasmas de los partidos que mereció pero no pudo ganar. Pero faltaba una hora larguísima por jugar ante un rival complicado, no mejor, pero de esos con peso específico por nombre. Había que elegir bien la fórmula para garantizar ese 1 a 0 que valdría oro. Tiro Federal lo hizo y festejó. Sumó los tres puntos para levantar del piso a la espera de la llegada del nuevo técnico (ver aparte) y también pasó esa barrera del 1,000 de promedio (con apenas 1,022) que tanto aprieta y en la que también pelea su vencido Almirante Brown.
Sí, la clave estuvo en el jugador de más que tuvo desde los 10’ (expulsión de Escudero), algo que aprovechó en ese centro de Urruti al corazón del área dónde picó Garnier para gritar su primer gol con la camiseta de los Tigres de Ludueña, justo en su vuelta a la titularidad.
Pero también en que antes y después hizo mayores méritos, estuvo más cerca y quiso encontrar el gol y cantar victoria. Tanto que Almirante no tuvo ninguna clara, sólo esporádicos intentos del ex canalla Román Díaz.
Tiro tuvo un cabezazo de Toledo (5’), una combinación Becerra-Rami (25’) y un centro pasado de Garnier que Becerra no concretó por poco (31’). El tiro libre de Becerra (12’) se deja aparte porque tuvo la finura de la pegada al ángulo izquierdo y la brillante ataja de Campestrini.
Igual, no había tranquilidad para los tirolenses porque Almirante iba, aparecieron faltas, amarillas y una roja. Se veía venir entre Santa Cruz y Urruti, pero se la ganó el lateral y complicó la historia para el segundo tiempo.
Pero Tiro se aferró a un buen libreto para defender el triunfo. Firme atrás, sin resignar el medio y con Rami aguantando arriba.
Así, los de la Fragata fueron chocando una y otra vez con la solvencia de Tiro, al punto que la única clara fue un pelotazo de lejos que Cárdenas le tapó en forma brillante a Verón (41’).
Y fue victoria. Esperada. Necesaria. Importantísima. Clave para que a partir de mañana el nuevo técnico tenga un piso más firme en que pararse y utilizar de base de lanzamiento. El despegue tiene que ser ya. Se puede. l
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