El premier británico conserva su liderazgo pese a la crisis bancaria

Bournemouth, Inglaterra.— El primer ministro británico, Gordon Brown, conserva su liderazgo en las encuestas, a pesar del primer pánico bancario en un siglo que sufrió su país recientemente. Con este panorama, el premier no descartó ayer que vaya a convocar a elecciones generales anticipadas, aunque sus colaboradores lo creen poco probable.

   Mientras el gobernante Partido Laborista iniciaba su conferencia anual en Bournemouth, aumentaba la especulación con respecto a que Brown podría llamar a elecciones a partir del 25 de octubre, para capitalizar su fuerte liderazgo en los sondeos.

   “No voy a hacer un comentario ahora”, dijo Brown, luego de ser consultado repetidamente en una entrevista de la BBC sobre si anunciaría la anticipación de los comicios cuando tome la palabra hoy, en la conferencia de su partido.

   Pero el ministro de Educación y aliado cercano de Brown, Ed Balls, arrojó un balde de agua fría sobre la posibilidad de elecciones inminentes. “Si el público creyera simplemente que éste es un cálculo político sobre cuándo llamar a elecciones, creo que con justo derecho se replegarían y dirían «esperen un segundo, lo que queremos saber es la naturaleza de la elección»”, dijo Balls. Algunos sostienen que Brown es demasiado cauto y terco como para ser forzado a convocar a comicios anticipados.



Encuestas a favor. El primer ministro, quien reemplazó a Tony Blair en junio, no necesita convocar a elecciones generales antes de 2010. Pero su liderazgo en las encuestas ha convencido a algunos de que debería hacerlo ahora, para asegurarle a su partido una cuarta victoria sucesiva que no tendría precedentes.

   Una encuesta publicada ayer en el diario Sunday Mirror mostró que el Partido Laborista tiene una ventaja de seis puntos sobre sus adversarios, y que dos tercios de los consultados creen que Brown está haciendo un buen trabajo como premier.

   Desde que asumió el cargo, Brown tuvo que lidiar con una serie de severos problemas, que van desde atentados explosivos fallidos a enfermedades del ganado, pasando por unas inundaciones históricas en Gran Bretaña. Lo llamativo es que su liderazgo tampoco fue afectado por la reciente crisis del prestamista británico Northern Rock.

   Miles de personas se abarrotaron la semana pasada para retirar sus fondos de este banco, que se vio afectado por la crisis crediticia que sacude a los mercados globales.